Boletín 13
21 Abril 2009

Enlace para este documento: http://www.amcmh.org/PagAMC/downloads/aniversarioChernobil2.htm


Contenido:

23 ANIVERSARIO DE CHERNOBYL. 26 abril 2009

Nuevas publicaciones en español disponibles gratuitamente (1).
Chernobyl
Consecuencias sobre el medioambiente, la salud, y los derechos de la persona.
Tribunal Permanente de los Pueblos.
Comisión Médica Internacional de Tchernobyl

Traducción: Fabio Gallego, Pilar Arranz, Ángela Pérez
Edición en español* octubre 2008. AMC

*La edición española se limita a los apartados mas relacionados con la salud.
Versión original en francés e inglés:
Tchernobyl. Conséquences sur l’environement, la santé et les droits de la personne. Viena, Austria, 12-15 avril 1996. Tribunal Permanent des Peuples. Commision Médicale Internationale de Tchernobyl. Edic. Ecodif

Las ilustraciones y comentarios de las sesiones estarán próximamente disponibles.

Afecciones directas a la salud atribuibles a Chernobyl
Intervienen:
Profesora Elena Boulakova
Dra. Rosalie Bertell.
Prof. Prof. Yvetta Kogarko de Moscú.
Profesora Irina Pelevina
Profesora Loudmilla Kryshanovskaya. Instituto de Neurología de Kiev
Profesor Leonid Titov Minsk
Prof. Nika Gres:
Profesor Jay Gould, Nueva York

Afecciones directas a la salud atribuibles a Chernobyl

Profesora Elena Boulakova

Gracias por permitirme presentar el resultado de mis investigaciones ante este tribunal. He sido invitada aquí para presentar mis investigaciones y no a la AIEA; estoy sorprendida al constatar que las investigaciones llevadas a cabo sobre las modificaciones biofísicas y bioquímicas en el caso de los liquidadores y de los niños, no interesan, aparentemente, a los expertos de la AIEA. En efecto, éstos estiman que las consecuencias clínicas de las radiaciones dependen línealmente de la dosis de radiación. Según ellos, no porque sea evidente esta dependencia, se puede afirmar que los efectos son causados por las radiaciones.

Mucho antes del accidente de Chernobyl, nosotros estudiamos el efecto de las dosis bajas y no encontramos dependencia lineal. No se trata de una dependencia monomodal. En muchos casos, esta dependencia es bi o polimodal.
Aumentando las dosis a partir de muy bajas dosis, se puede incluso encontrar una disminución de los efectos.
Nuestros resultados muestran que aumentando las dosis a partir de muy bajas dosis, notamos en principio un acrecentamiento, después un decrecimiento, y después de nuevo un acrecentamiento de los efectos.

Nuestros datos prueban que la ausencia de dependencia lineal de la dosis no es una prueba de la inocuidad de las dosis bajas de radiaciones. En la AIEA afirman que la ausencia de dependencia lineal entre las dosis de radiación y los efectos observados demostraría una causa independiente de las radiaciones. Esto les permite concluir que los aumentos de morbilidad están ligados al estrés psicológico, y no a las radiaciones.

Visto que ellos estiman que las dosis bajas recibidas por la gente son inofensivas, este dogma les permite continuar la construcción y la explotación de las centrales atómicas, de enterrar los residuos radiactivos. Todo va entonces hacia mejor en el mejor de los mundos. En cuanto al estrés psicológico, está provocado según ellos por los reportajes sobre Chernobyl en la televisión, en la prensa, en las conferencias, etc.

Nuestras conferencias sobre los animales y nuestros estudios sobre el hombre muestran el origen radiogénico de las enfermedades observadas en nuestro país.

Esta tabla (Fig. 28), presenta las modificaciones electroforéticas de las membranas celulares, y de la estructura del genoma en función del aumento de las radiaciones ionizantes a partir de muy bajas dosis. En ninguna parte hemos visto una curva lineal con aumento de dosis. La figura siguiente (fig. 29), muestra otra experiencia sobre ratas: pueden ver que obtenemos el mismo efecto con 6 centiGy que con 180 centiGy. Para las dosis intermedias, los efectos son más débiles. Esta curva demuestra así que los efectos de las dosis bajas son más importantes que los de dosis más elevadas.

Podríamos explicar este fenómeno por una reacción a las radiaciones recibidas, por un proceso de reparación por lo que las dosis aumentan. A muy bajas dosis, el proceso de reparación no se inicia. Esto explica el gran número de trastornos que no implican procesos de reparación.

Hemos presentado nuestros resultados a nuestra comunidad científica. Nos han dicho que habíamos estudiado sólo animales y que las personas no son animales. Dicen esto, sabiendo con toda certeza, que no es imposible por razones éticas fundamentales, experimentar el efecto de diferentes dosis de radiación sobre seres humanos.

Tras Chernobyl, hemos emprendido investigaciones con los liquidadores. Muy a menudo, nos hemos encontrado que las afecciones de la salud no dependen de la dosis recibida, en particular las alteraciones cromosómicas. Hemos estudiado los parámetros bioquímicos; por ejemplo, la vitamina E, la vitamina A, las variaciones de la perioxidación lipídica, la incidencia de los radicales libres, etc.; después hemos comparado las cifras con el estatus antioxidante del organismo que hemos comparado con las modificaciones del estatus inmunológico.

Cuando hemos estudiado la evolución del estatus antioxidante y el estatus inmunológico bajo el efecto de dosis crecientes, hemos encontrado curvas similares. Encontramos una correlación de las aberraciones cromosómicas con la dosis, y modificaciones correspondientes del estatus antioxidante.

En los dos casos, se trata de bajas dosis que han inducido las diferencias más grandes en relación con el grupo control. En otros grupos, este efecto aparece con dosis más bajas todavía. El mismo efecto existe para el estatus inmunológico. Una dosis de alrededor de 10-15 centiGy induce una modificación máxima del estatus inmunológico.

Sabemos que el estado de salud de nuestros liquidadores y de nuestros niños ha sufrido grandes alteraciones, con la consecuencia de una morbidez aumentada por toda clase de enfermedades. Pueden encontrar la misma curva en los liquidadores y en los niños.

Esto contradice totalmente la opinión según la cual estas enfermedades resultarían únicamente de trastornos psicológicos.
Hemos estudiado la dependencia de la dosis de diversas enfermedades en el caso de los liquidadores. Las modificaciones de las enfermedades cardiovasculares, digestivas, neurológicas, etc., presentan las mismas características. El primer pico se encuentra alrededor de los 15 centiGy. Al estudiar el número de enfermedades que provocan la invalidez total sobre 1000 personas, se ve que el pico se alcanza con una dosis alrededor de 6-10 incluso 15 centiGy.

Las curvas de morbilidad y de mortalidad por cáncer de los liquidadores presentan igualmente las mismas características en relación a la dosis. Las mismas curvas se obtienen para el cáncer de estómago y del sistema digestivo, igualmente para la mortalidad por cáncer de estómago.

En conclusión, para las bajas dosis, la curva de dependencia de los efectos no es matemáticamente lineal. Se trata de una curva más complicada. Pero todavía actualmente , cuando un médico no obtiene correlación lineal para una enfermedad con relación a la dosis, esto significa que esta enfermedad no está causada por la radiactividad. Está prohibido en consecuencia evocar un origen radiogénico para esta enfermedad.

La realidad es que las bajas dosis pueden inducir a las mismas enfermedades que las dosis más elevadas.
Mi tercera conclusión es la siguiente: el hecho de que de los resultados similares sean obtenidos para las enfermedades similares en el caso de los niños, los liquidadores, así como los supervivientes de las bombas atómicas (fig 30 y 31), prueba la naturaleza radiogénica de las enfermedades que observamos actualmente en las zonas contaminadas por Chernobyl, y excluyen las que sean debidas a un estrés psicológico.

Existe con toda seguridad un estrés psicológico, vista la gravedad de la situación, pero no es esto lo que origina toda esta patología.
Muchas gracias.

El Presidente:
Muchas gracias, Prof. Bourlakova.

Dra. Rosalie Bertell:

Cada uno ha debido recibir el libro de los resúmenes de las exposiciones. En este documento ustedes encontrarán las figuras y tablas en cuestión.
La profesora Bourlakova ha presentado al Tribunal un libro que ha editado: “Consecuencias de la catástrofe de Chernobyl sobre la Salud Humana”. En este libro, la profesora Bourlakova y otros 14 científicos publican los resultados de sus estudios en animales y hombres sobre los efectos de las exposiciones crónicas a dosis débiles de radiaciones ionizantes. Han examinado en detalle los siguientes fenómenos biológicos bajo el efecto de las radiaciones:

  • La elución alcalina del DNA de los linfocitos y de las células hepáticas.
  • La elución neutra y la absorción del DNA esplénico sobre filtros de nitrocelulosa
  • La restricción de DNA esplénico por endonucleasas ecori
  • Las características estructurales (con la técnica del ESR spin) de las membranas nucleares, mitocondriales, sinápticas, eritrocitarias y leucocitarias.
  • La actividad y las isoformas de las enzimas aldolasa y lactatohidrogenasa.
  • La actividad de la acetilcolinesterasa, de la superóxido dismutasa y de la glutation peroxidasa.
  • La tasa de formación de radicales aniónicos superóxido
  • La composición y la actividad antioxidantes de los lípidos de las membranas arriba expuestas.
  • la sensibilidad de las células, de las membranas, del DNA y de los organismos a la acción de factores negativos suplementarios.

Para todos estos parámetros, han descubierto una dependencia bimodal de la dosis, es decir, que los efectos aumentan a dosis muy débil, alcanzan un máximo (a dosis débil) y decrecen; después aumentan de nuevo con la dosis.

La profesora Bourlakova considera que a dosis más débiles utilizadas en sus investigaciones, el mecanismo de reparación de la célula no se pone en marcha. Se activa sólo hasta un máximo (de dosis débil), trayendo una mejora hasta que la reparación se vuelve progresivamente imposible y que los efectos vuelven a comenzar a incrementarse con la dosis. Ello es probablemente así.

Sin embargo, los efectos inesperados de la exposición crónica a dosis débiles de radiación ionizante pueden igualmente ser atribuidos a mecanismos biológicos, específicos de las dosis débiles. Tres de estos mecanismos han sido señalados por científicos, el “efecto Petkau”, la monocitopenia y la deformación de los glóbulos rojos.
           
El “Efecto Petkau”:

El “Efecto Petkau” ha sido descubierto por Abraham Petkau en el Instituto de Investigación Nuclear de Whitshell de la Energía Atómica de Canadá (AECL) en Manitoba (Canadá) en 1972. El Dr. Petkau ha descubierto que con 26 rads/minuto (flujo rápido), era necesaria una dosis total de 3.500 rads para destruir una membrana celular. Por el contrario, con 0,001 rads/minuto (flujo lento), no eran necesarios más que 0,7 rads para destruir una membrana celular. El mecanismo que se pone en marcha con las dosis débiles es la producción de radicales libres de oxígeno (O2 con una carga eléctrica negativa) por los efectos ionizantes de las radiaciones. Los radicales libres poco concentrados producidos por un flujo lento de dosis débiles, tienen una mejor probabilidad de alcanzar y reaccionar con la membrana celular que radicales libres muy concentrados, producidos por flujos rápidos de dosis y que se recombinan rápidamente.

Por otro lado, la débil carga positiva de la membrana atrae los radicales libres al comienzo de la reacción (dosis débiles). Esto confirma los resultados de la profesora Bourlakova, que ha estudiado las modificaciones de los lípidos de membrana bajo el efecto de concentraciones débiles de radicales libres, producidos por dosis muy débiles, con aumento de la permeabilidad de membrana, y modificaciones secundarias del micro-metabolismo de la célula y de la división del núcleo. Las simulaciones por ordenador han mostrado que la atracción se debilita con el  incremento de la concentración de los radicales libres. Los radiobiólogos oficiales no han testado nunca más que altas dosis y no han tenido en cuenta más que las lesiones directas de la membrana por las radiaciones.
           
La monocitopenia:

La fisión nuclear produce isótopos que son almacenados por los humanos y los animales en los tejidos óseos. El estroncio 90, el plutonio y los elementos transuránidos tienen esta propiedad. Almacenados en los huesos, cerca de las células madres de las líneas leucocitarias, estos nucleidos radiactivos emiten caudales lentos de dosis débiles de radiaciones, que pueden influir en la producción de las células sanguíneas normales. Es imposible descubrir una muy ligera bajada de los neutrófilos o de los linfocitos (los leucocitos más numerosos y los que son contados por los radiofísicos).

En el adulto normal, hay alrededor de 7780 leucocitos por microlitro de sangre. 4300 son neutrófilos y 2710 son linfocitos. Sólo hay 500 monocitos. Si las células madres son destruidas en la médula ósea, con una reducción de 400 células por mililitro bajo el efecto de las dosis débiles almacenadas en la médula ósea, esta no representaría más que una disminución de 5% de los leucocitos, que es insignificante. Si esta reducción no afectase más que a los neutrófilos, estarían disminuidos en 9,3%, lo que sería todavía normal. Los linfocitos se quedarían en la media si estuviesen disminuidos en 400 por ml, es decir, 14,8%.

Sin embargo, se asistiría a una disminución dramática, del 80% de los monocitos. En consecuencia, es más importante contar los monocitos en presencia de dosis débiles que esperar, como se hace generalmente, una variación del número de neutrófilos o de  linfocitos.

Los efectos de una reducción importante de los  monocitos son los siguientes:

  • Las anemias con falta de hierro, dado que los monocitos reciclan alrededor del 37-40 % de la sangre de los glóbulos rojos cuando mueren. 
  • Una depresión del sistema inmunitario, dado que los monocitos secretan la sustancia que activa el sistema inmunitario linfocitario.

Deformación de los glóbulos rojos:

El Dr. Les Simpson de Nueva Zelanda ha identificado al microscopio electrónico eritrocitos deformados en pacientes que presentaban síntomas que iban de una fatiga grave a disfunciones del cerebro, conduciendo a pérdidas de memoria de corta duración. Ha encontrado igualmente un número aumentado de estos eritrocitos en pacientes que sufrían de astenia crónica y él piensa que su forma hinchada e irregular les impide circular en los capilares, privando así a los músculos y al cerebro de una irrigación con oxigenación y alimentación suficientes. El síndrome de fatiga crónica ha sido observado en Hiroshima y en Nagasaki (Síndrome de Genbaku Bura-Bura), así como en Chernobyl.

La teoría oficial reconoce sólo los ataques directos al DNA como “preocupante” y solo estudios con flujos rápidos y dosis elevadas de radiaciones han sido aceptados. De hecho, la “opinión dominante” declara que los efectos de las dosis débiles y de los flujos lentos no pueden ser descubiertos y que es necesario extrapolarlos a partir de estudios hechos sobre flujos rápidos y dosis elevadas.
Este enfoque es contradicho por los trabajos de la profesora Bourlakova y de otros investigadores que acabo de citar.
           
El Presidente:
Os doy las gracias, Dra. Bertell.

Le doy la palabra ahora la Prof. Kogarko de Moscú.

Prof. Yvetta Kogarko:
Muchas gracias a este Tribunal por poder dar testimonio delante de los honorables jueces, para presentarles unos hechos que, desde el punto de vista de la AIEA, no existen.

Desde hace 10 años, los efectos de la catástrofe de Chernobyl sobre el medio ambiente han sido estudiados muy cuidadosamente y a partir de diferentes perspectivas. Se han realizado estudios sobre la polución del aire, del agua, de los suelos, de los río y de los lagos. Pero los efectos de diferentes dosis de radiación, en diferentes momentos, sobre los organismos humanos, no han constituido una prioridad.

La zona contaminada por la radiactividad engloba a 138 regiones administrativas, habitadas por una población de más de 3 millones de personas. Los ciudadanos de Bryansk, Tulska, Karovska y Narovska son los que han sido más gravemente afectados en la Federación Rusa.

El fuerte aumento de enfermedades agudas y crónicas en las zonas contaminadas tras la catástrofe, la insuficiente eficacia de las medidas profilácticas y de diagnóstico precoz han demostrado la importancia de trabajar sobre la cuestión del diagnóstico, por las modificaciones bioquímicas celulares y cromosómicas de las células hematopoyéticas en el caso de los pacientes y personas que viven en las zonas contaminadas. Esto concierne a la medicina, la biología y la ecología.
Los datos presentados aquí conciernen a los casos de:

  • Enfermedades linfo-proliferativas (50 pacientes)
  • Leucemia crónica (30 pacientes)
  • Linfomas malignos (20 pacientes)

En estas regiones siniestradas de Rusia. Las investigaciones comparativas sobre la dinámica de las modificaciones en cuestión han sido llevadas en tres grupos de 50 personas, de las cuales hemos eliminado a las personas que sufrían leucemia ya en 1987.

Hemos formado tres grupos: signos clínicos iniciales, signos clínicos evidentes, así como un grupo de pacientes tratados con medicamentos homeopáticos específicos. El estudio se extiende sobre el periodo que va de 1987-1993.
En los casos de enfermedades linfo-proliferativas, hay una parada del desarrollo de los linfocitos en ciertos estadios. Pero son también capaces de proliferar. Hay modificaciones de los leucocitos y una transformación de la composición química, de la estructura y de las funciones de diversas partes de la célula: la membrana, la estructura protoplasmática y el núcleo.
Hay que utilizar numerosos métodos par poner en evidencia una transformación maligna de los linfocitos, por ejemplo la autoradiografía con electroforesis marcada, el escáner por micro-espectrometría, la resonancia magnética nuclear, etc.
Hemos examinado la dinámica de las membranas lipídicas de los linfocitos en los pacientes que sufren de leucemia crónica y de linfomas malignos. En el grupo control, hemos utilizado linfocitos de personas sanas.

Las características de las modificaciones de las membranas lipídicas de los linfocitos han sido estudiadas con microscopio, utilizando las técnicas de la resonancia magnética nuclear, así como otros métodos modernos, permitiendo caracterizar las modificaciones lipídicas moleculares y de poner en evidencia la composición de los lípidos de la membrana.
Cada una de las patologías precitadas presenta características específicas en la espectografía de las membranas de los linfocitos circulantes.

Cuando se comparan estas células con las del control la linfo-proliferación y la leucemia maligna presentan modificaciones de la amplitud de los signos A 1 y B 2 hacia el acrecentamiento, con un retraimiento de los signos Ch 2, que muestran la presencia de lípidos que tienen una movilidad molecular acrecentada. Estas modificaciones del estereograma son una característica de los lípidos de la membrana citoplásmica de los linfocitos en el primer estadio de la enfermedad. No cambian más en el curso de la progresión de la enfermedad. Los gráficos de los resultados presentan dos terrenos estrictamente separados para el grupo control y las leucemias linfocitarias crónicas (fig. 45).

Se trata en consecuencia de un método eficaz para el diagnóstico precoz de la leucemia linfocitaria. Los resultados para la leucemia maligna y otras patologías no se parecen a  estos y no presentan un carácter específico.
Todos los trastornos de inmunogénesis y del sistema hematopoyético son acelerados en condiciones extremas: las radiaciones, la polución de los suelos, del agua, de los alimentos, etc. Esto conduce a un aumento del 10 al 18% de las enfermedades linfo-proliferativas en el grupo de pacientes nº4. Las formas más graves aumentan hasta el 65%. La disminución del tiempo de remisión es del 73% y la disminución de la esperanza de vida de los pacientes es igualmente marcada.

Esta nueva aproximación biomolecular de las consecuencias del accidente de Chernobyl con el método de la resonancia magnética nuclear por espectroscopia de los linfocitos circulantes, es utilizable por los individuos y por un diagnóstico de masa en el seno de una población que vive en zonas contaminadas.

Esto permite diagnosticar en un estadio precoz las leucemias linfoides con alteraciones de los linfocitos, antes incluso que la aparición de los síntomas clínicos. Este método proporciona un resultado menos de 6 horas después de la toma de sangre. Se trata de un método de análisis clínico de la sangre validado estadísticamente.

Tengo que hacer una proposición: es muy importante proponer un nuevo método diagnóstico preciso para la leucemia linfoide, con el fin de seguir los grupos de alto riesgo con esta técnica diagnóstica.
Desearía poder realizar un estudio conjunto de seguimiento de las células sanguíneas en el caso de leucemia, con laboratorios de Estados Unidos, Canadá, Japón, India y otros países. Es posible utilizar la resonancia magnética nuclear para conseguir este objetivo.

Después será más fácil determinar no solamente el número de leucemias, sino poner en evidencia de manera muy objetiva la influencia de las radiaciones sobre las enfermedades del sistema linfático.
Muchas gracias. 

El presidente:
Muchas gracias, Prof. Kogarko, 

Le doy la palabra a la Prof. Pelevina.

Profesora Irina Pelevina:

Queridos colegas:
Las consecuencias de Chernobyl y en particular sus consecuencias ecológicas corresponden a una situación postguerra atómica. En efecto, una zona muy extendida está contaminada por radioelementos de muy larga duración de vida, y muchas personas viven en esta zona. Por los alrededores muchas zonas están contaminadas por partículas calientes, “hot particules” y por toda una serie de radioelementos. La gente sufre efectos combinados de esta radiactividad.
En el fenómeno ecológico de Chernobyl, ¿qué debemos considerar como una dosis baja? ¿Qué es una dosis baja?
Cinco años después de la catástrofe de Chernobyl, he realizado estudios experimentales con cultivos de células, de ratas y de linfocitos de pacientes que viven en la región de Bryansk, la región más contaminada de Rusia, con 40 Curios por km2. También he podido estudiar los mecanismos de adaptación de los linfocitos.

Se trata de un método igualmente utilizado por los japoneses en las regiones contaminadas por Chernobyl en Bielorrusia. Les voy a presentar los resultados de nuestra experiencia, en las zonas que presentan diversos grados de contaminación.

Células en cultivo, expuestas e dosis de alrededor de 0,1 cintGy/hora en la región de Chernobyl, presentan un aumento de actividades proliferativas.

Constatamos ciertas anomalías genéticas den las células expuestas a la radiaciones de Chernobyl.
El aumento de la radiosensibilidad de las células tras su exposición en la zona contaminada constituye igualmente un hecho nuevo.
Hemos estudiado la supervivencia:

    • De células expuestas a una irradiación aguda, en laboratorio
    • De células expuestas en la zona contaminada
    • De estas mismas células, expuestas secundariamente a una irradiación aguda.

El aumento de la radiosensibilidad de las células expuestas se pone en evidencia por la tasa de supervivencia de estas células, así como por sus alteraciones cromosómicas. Las células germinales están afectadas en función de la dosis o de la duración de la exposición.

Cuando hemos expuesto ratas en la zona, y las hemos irradiado inmediatamente, hemos notado un aumento de su radiosensibilidad. Hemos expuesto ratas en gestación en la zona, y hemos realizado cultivos de células a  partir de los embriones. Hemos notado un aumento de aberraciones cromosómicas, anomalías genéticas.

Estos resultados permiten llegar a ciertas conclusiones:
En la zona contaminada por el accidente, las bajas dosis de radiaciones inducen una inestabilidad genética, anomalías del genoma, que pueden transmitirse en un gran número de generaciones a partir de las células así irradiadas. Esta inestabilidad del genoma puede traducirse en efectos letales.

Constatamos que las células que plantean problemas no son las que han sido fuertemente irradiadas, sino las que han sido afectadas por los efectos precoces de las radiaciones y que son sometidas a un efecto prolongado de bajas dosis de radiaciones.

Estudio de los linfocitos:

Hemos estudiado igualmente los linfocitos de personas que viven en la zona contaminada, y hemos podido demostrar que las bajas dosis de radiaciones inducen un efecto de “alergia”, de hipersensibilidad. Se trata de un mecanismo de protección, de defensa contra los factores ambientales.

Pueden encontrar estas formas adaptativas en los linfocitos de las personas que viven en la zona contaminada (fig. 36 y 37).
Aquí (fig. 32 y 33) pueden ver ciertas alteraciones genéticas que se encuentran en los linfocitos de la mayor parte de los pacientes de la región de Bryansk: se trata de micronucléidos. Aquí pueden ver  los resultados en personas que han sido sometidas a dosis bajas; aquí a dosis bajas seguidas de dosis elevadas.

En la zona contaminada, la respuesta adaptativa decrece. Hemos estudiado las células de personas muy sensibles, que presentan una sensibilidad aumentada a fuertes dosis de radiaciones. Los niños que viven en una zona muy contaminada de la región de Bryansk presentan una sensibilidad todavía más pronunciada que los adultos.

En una misma región, se nota en los niños un aumento de las células que presentan aberraciones cromosómicas, signos de un aumento de la radiosensibilidad. El aumento de estas aberraciones en ellos en relación con los adultos, va acompañado del aumento de su radiosensibilidad y la ausencia de respuesta adaptativa en ellos.

Esta figura muestra la ausencia de respuesta adaptativa en la mayoría de las personas que viven en la zona contaminada. En la región, la respuesta adaptativa puede ser más o menos grande. Encontramos personas que ya no tienen ninguna respuesta adaptativa en absoluto, con un aumento de la radiosensibilidad.

Sobre decenas de niños de un pueblo muy contaminado, sólo 5 niños presentan todavía una respuesta adaptativa. Los demás presentan un aumento de su radiosensibilidad. Vivir en la zona contaminada conduce en consecuencia al debilitamiento de los mecanismos de defensa naturales, que permiten al organismo defenderse de numerosas enfermedades, tumores y enfermedades infecciosas.

En conclusión, la nueva situación ecológica específica conduce a la formación de una nueva población de animales y personas, caracterizadas por un aumento de su sensibilidad a muchos factores: la radioactividad, los pesticidas, ciertos productos químicos, medicamentos y muchos otros factores.

El Presidente:
 
Le doy las gracias, Profesor Pelevina.

Llamo ahora a la profesora Kryshanovskaya.

Profesora Loudmilla Kryshanovskaya:

Señoras y señores Jueces,
Estoy muy contenta de poder declarar ante este Tribunal. Agradezco a la Dra. Bertell y al Dr. Nidecker que me han permitido estar aquí. Vengo del Instituto de Neurología de Kiev, que era el segundo en importancia en la antigua Unión Soviética.
Lo que ha ocurrido en Chernobyl el 26 de abril de 1986 representa el peor desastre en la historia de la industria nuclear, que ha comportado la más grave contaminación radiactiva del medio ambiente hasta este día. El accidente se produjo un viernes por la tarde. No recibimos ninguna información oficial sobre el desastre. Cuando nosotros oímos lo que relataban las noticias procedentes de los países occidentales (BBC, Voz de América), no podíamos creerlo: era imposible que un desastre semejante se produjese en nuestro país.

Ahora sabemos que ya en el pasado habían tenido lugar accidentes. En aquella época, incluso accidentes de poca gravedad eran mantenidos en secreto. Las autoridades no dijeron nada antes del primero de mayo, pues no querían anular los desfiles de la Fiesta del Trabajo.

Este desastre divide nuestra vida en dos periodos: antes y después de Chernobyl.
Chernobyl esta situada a 65 millas (110 km) de Kiev. La explosión del reactor nuclear de Chernobyl ha tenido y continúa teniendo graves repercusiones políticas, sociales y sanitarias. Muchas personas continúan sufriendo las consecuencias del accidente. Su vida ha sido transformada a causa de la radiactividad, a la cuál siguen sometidos debido a la contaminación de su medio de vida. Están inquietos viendo a sus hijos caer enfermos.

Los habitantes de los pueblos ya no creen lo que les dicen los responsables políticos, querrían poder tomar sus propias medidas, determinar ellos mismos su propio nivel de contaminación.

Más de 800.000 liquidadores, venidos de toda la Unión Soviética, han sido encargados de descontaminar la zona de 30 km así como la central misma. Ellos han construido igualmente el sarcófago. Visto que la mayoría de las veces no conocían el nivel de contaminación al cual habían sido expuestos, la mayor parte estimaba que no era tan grave trabajar en la central.
Según el Ministro ucraniano de Salud, en 1993 más de la mitad del territorio de Ucrania fue contaminado por Chernobyl.  Alrededor de 2,8 millones de personas (la población de Kiev excluida) viven actualmente en zona contaminada. Desde 1990 hasta 1993, el estado sanitario de la región ha mostrado que sólo 28-32 % de los adultos y solamente 27-30 % de los niños tenían buena salud. Hay una fuerte tendencia al aumento de enfermedades crónicas no específicas en la población (afecciones gastro-intestinales, respiratorias, cardio-vasculares, cánceres, etc.).

Deseo hablarles de los problemas mentales y psicológicos. En 1993, un libro: “Las lecciones de Chernobyl” se publicó en los Estados Unidos sobre el síndrome de la irradiación aguda, los cánceres de tiroides y los problemas psicológicos presentados por los liquidadores.

Cuando la dosis de irradiación es de 40-50 rem, los trastornos son muy polimorfos y pueden afectar a todos los sistemas.
Hoy, muchos liquidadores tienes un diagnóstico de trastornos no psicóticos. La clasificación de estos trastornos es un tema controvertido entre los psiquiatras, los neurólogos y los psicólogos.

Antes de 1991, todos los datos eran secretos. Los enfermos eran enviados a hospitales especiales. El diagnóstico mantenido, en esta época, era el de “distonía neurovegetativa”. Ustedes han oído hablar ciertamente de ello también. Este diagnóstico incluía muchos trastornos muy diversos. Muchos médicos ponían en duda, no obstante este diagnóstico.
Después de 1991, algunos artículos han sido publicados sobre los trastornos mentales de los liquidadores. Había tres opiniones:

  • La primera era que la mayoría de estos trastornos eran funcionales: “distonía neurovegetativa”, neurosis, trastornos reaccionales, trastornos debidos al estrés post-traumático, radiofobia, estrés, angustia.
  • La segunda era que los pacientes sufrían trastornos mentales orgánicos.
  • La tercera era que ciertos pacientes sufrían trastornos debidos al estrés post-traumático, síndromes neurotiformes, trastornos psicosomáticos, trastornos de somatización, trastornos debidos a la ansiedad, a la hipocondría, diversos síndromes depresivos, trastornos mentales orgánicos.

Ahora todavía, las opiniones son compartidas sobre la clasificación de estos trastornos. Eso depende de la escuela psiquiátrica o neurológica a la que usted pertenezca.
En 1990, el Instituto de Psiquiatría Social y Legal de Kiev comenzó un estudio sobre las consecuencias del desastre de Chernobyl.

380 personas que habían participado en la liquidación del desastre de Chernobyl fueron examinadas desde el punto de vista psicológico y mental. Los exámenes comenzaron 4 años o más después de la catástrofe. Todos estos pacientes fueron tratados en un hospital especial, abierto después del desastre de Chernobyl. La  mayoría de nuestros pacientes fueron enviados a nuestra consulta psiquiátrica por médicos internistas o radiólogos. El objetivo de nuestro análisis era determinar los caracteres clínicos y psicológicos de los trastornos mentales no psicóticos, consecuencia del desastre de Chernobyl.
Un cuestionario especial y tests psicológicos permitieron recoger esta información. Hemos investigado el momento de la aparición de estos trastornos en los pacientes sometidos a las dosis más fuertes. La dosis recibida por los pacientes depende de la fecha en la cual ellos comenzaron su trabajo en la zona contaminada, así como de la duración de este trabajo. Las primeras señales de trastornos han aparecido desde finales de 1986 en el  55% de nuestros pacientes. Estos trastornos han tardado 1 a 2 años, a veces 2-3 años en evolucionar.      

La edad media de nuestros pacientes era de 32 a 45 años. La mayoría se quejaban de dolores de cabeza, vértigos, fatiga crónica, dificultades de concentración, pérdida de atención, pérdida de memoria, agotamiento físico y mental, irritabilidad, a veces ataques de cólera, cambios bruscos de humor, hipertensión, trastornos de la tensión arterial, desesperanza, desvalorización de sí mismos y ausencia de libido. Presentaban una hipersensibilidad a los ruidos intensos, a una luz fuerte y a temperaturas elevadas.

Los síntomas generales de estos síndrome eran tan similares, que les hemos llamados “Síndrome Cerebrasténico post-Chernobyl”. En ciertos casos, el síndrome cerebrasténico evoluciona hacia un síndrome encefalopático.
 En estos casos, las modificaciones patológicas parecen ser reacciones autoinmunes, neuroinmunes, con alteraciones químicas y electro-encefalográficas.

Al mismo tiempo, la mayoría de estos pacientes sufren diferentes enfermedades somáticas. El examen psicológico de estos pacientes revela una débil atención, ausencia de concentración y pérdida de memoria, agotamiento mental, incapacidad e inestabilidad de la atención. El 70% de los pacientes están muy angustiados. Algunos pacientes no recuerdan ya lo que acaban de leer en el periódico, o no recuerdan ya el lugar hacia el cual se dirigen.
Más del 80% presentan diversas alteraciones del carácter y el 90% de los pacientes presentan  una disminución de la autoestima.

Hemos constatado que era prácticamente imposible individualizar y separar todos los síntomas unos de otros. Los síndromes psico-orgánicos pueden evolucionar en tres etapas:

  • La primera es poco importante, con astenia, cerebrastenia, disminución de las capacidades mentales y psíquicas, cambios de humor, bajada de la concentración y trastornos de memoria.
  • La segunda etapa es moderada, con tendencia al cambio de personalidad, a la irritabilidad.
  • La tercera etapa es seria. Los trastornos de las dos primeras etapas se agravan considerablemente, con disminución de las capacidades psíquicas e intelectuales.

Los exámenes clínicos y psicológicos nos permiten describir el síndrome cerebrasténico post-Chernobyl como una etapa temprana de trastornos mentales orgánicos. El síndrome cerebrasténico es una de las enfermedades típicas aparecidas después del desastre de Chernobyl.

A día de hoy, el diagnóstico, el tratamiento y la prevención de los trastornos neuro-psiquiátricos, en particular los síndromes ligados a las dosis débiles, son un tema de estudio importante para los neurólogos y psiquiatras. Deben continuar siendo estudiados. Debemos continuar, en colaboración con científicos de diversos países, investigando las consecuencias a largo plazo de la irradiación.

La investigación sobre los trastornos neurológicos y mentales es un problema muy importante. No se trata solamente de estrés. Se trata de la influencia de las radiaciones sobre el cerebro. Me gustaría repetir otra vez: cuando hablamos de problemas psicológicos y mentales, no queremos hablar de estrés, de angustia ni de trastornos psicosomáticos, sino de las transformaciones psicológicas que observamos.

Sin la cooperación internacional con lanzamiento de proyectos de estudios conjuntos, no podremos proseguir esta investigación. Sin la ayuda internacional, nos será muy difícil probar la existencia real de todas estas modificaciones, así como el carácter objetivo de nuestra investigación.
Les doy las gracias.

El Presidente:
Le doy las gracias, profesora Kryshanovskaya.

Ahora llamo al Profesor Titov de Minsk.

Profesor Leonid Titov:

En nuestro Instituto, hemos examinado niños de Bielorrusia desde 1986 hasta el día de hoy, alrededor de 10.000 niños. Hemos estudiado diferentes proteínas que intervienen en el sistema inmunitario del niño.

He aquí (fig. 38) los resultados para este periodo: en 4.300 niños, hemos encontrado que el número de linfocitos T varía. Los trastornos aumentan en las zonas muy contaminadas en relación a grupos control comparables. El mismo resultado se encuentra con los linfocitos B; las inmunoglobulinas son menos abundantes en las zonas contaminadas.

A partir del 26 de abril, se nota una reducción del número de linfocitos B y T, que presentan una caída 40 días después del desastre. Después se nota una vuelta a la media, seguida de una nueva bajada hacia los 90 días después del desastre, después una vuelta más lenta hacia la media, ligeramente inferior. Hemos constatado diferentes tipos de modificaciones en los linfocitos T.

Para las inmunoglobulinas (fig. 39), la curva es similar. Después de una bajada de las concentraciones, la curva  vuelve hacia la media sin alcanzarla completamente.
Hay una relación muy interesante entre la dosis de las radiaciones recibidas (dosis débiles) y las alteraciones del sistema inmunitario, en particular los anticuerpos: hemos encontrado una relación no lineal con el incremento a partir de dosis normalmente consideradas como débiles, lo que confirma los resultados de la profesora Bourlakova.

Es muy importante saber lo que ocurre en el sistema inmunitario de los niños que viven en las zonas contaminadas. Hemos examinado niños en regiones que tienen índices de contaminación por Cesio137 diferentes. Entre 19 y 27 Curios por Km2, el número de los linfocitos T tiene tendencia a bajar. La concentración de las inmunoglobulinas del tipo A en la saliva de estos niños (fig. 40) sigue las mismas curvas.

La modificación de estos parámetros depende de la dosis de Cs 137 ingerida. Los niños que tienen poca Ig G, lo que se traduce en una reacción disminuida del sistema inmunitario, tienen fuertes índices de Cs 137 en su organismo. La absorción de Cs por el organismo conduce a una modificación del sistema inmunitario y a una concentración elevada de IgG (inmunoglobulina C).

Los estudios a largo plazo son importantes. Tenemos datos comparativos para 1986 y 1994. En 1986 hubo modificaciones, después una vuelta por debajo de la media. Parece que una considerable proporción de niños tienen un número de linfocitos disminuidos. La misma situación existe para los linfocitos T, en relación con el grupo control. Para los linfocitos T-supresores, tenemos una situación similar: disminución de los T-helper, que aumentan los mecanismos de defensa frente a diversas infecciones, e importante incremento de los linfocitos T-supresores, que reducen estos mecanismos.
Hemos encontrados incrementos para un factor 4 del TNF (Factor de Necrosis Tumoral) en la sangre de los niños de una región muy contaminada, comparados con los controles.

Hemos encontrado igualmente un incremento del índice de auto-anticuerpos circulantes en la sangre de los niños. Se trata de proteínas muy complejas, muy patógenas, que inducen diversas alteraciones en diferentes órganos, toda una inmunopatología.

En los niños que viven en las zonas contaminadas hay una situación muy similar para la autoinmunidad: incremento de los autoanticuerpos y enfermedades reumáticas.

La absorción de Cesio 137, así como de otros radionucleidos por los niños, puede influir en el desarrollo de las células madre de la médula ósea, con alteraciones muy importantes del sistema inmunitario. Debemos conceder más atención al sistema inmunitario y examinar sus modificaciones, así como los tipos de cambios en relación con la dosis. Debemos igualmente constituir un registro de trastornos inmunológicos.

En conclusión, el sistema inmunitario de los niños ha quedado afectado tras el desastre de Chernobyl: muchos niños y adultos presentan diferentes alteraciones del sistema inmunitario. Durante los 10 años que han transcurrido desde el desastre, las poblaciones han incorporado Cesio 137 y otros radionucleidos que se acumulan en el organismo.
Deseo a todos los habitantes del mundo un buen funcionamiento de su sistema inmunitario y un buen funcionamiento de su mente.
Les doy las gracias.

El Presidente:
Le doy las gracias.

Llamo ahora al Profesor Gres.

Prof. Nika Gres:

Queridos colegas:
Querría hablarles de la situación ecológica muy particular y de la que apenas se habla, del sur de Bielorrusia (pantanos de Pripyat), consecuencia de la catástrofe de Chernobyl.

Ustedes conocen las medidas de control que han sido establecidas y que están todavía en vigor en las zonas contaminadas. El límite aceptado para estas medidas era 5 Curios por km2.

Hemos descubierto que algunos territorios en los que el nivel de la contaminación es inferior a 5 Curios por Km2 presentan una particularidad geológica. Un nivel bajo de contaminación superficial de Cesio 137 en territorios donde el suelo es muy ácido (ciénagas, turberas) presenta una tasa de trasmigración muy rápida, 2 a 15 veces más rápido que sobre suelos menos ácidos. Así, aunque la contaminación del suelo sea relativamente débil, el alimento producido está muy fuertemente contaminado por toda una serie de radionucleidos, debido a la absorción muy rápida.

En estas regiones, los índices de mutación son elevados en los niños que representan un grupo crítico. Hemos comparado 1.650 niños que habían recibido una dosis 3 a 5 veces más elevada que la media (1mSvt), con controles. El 95% de la dosis proviene de la irradiación interna, que aumenta año tras año. Cada niño posee su propio pequeño reactor en su organismo, en particular en su sistema digestivo (fig.25). El Prof. Nesterenko ha abordado ya este problema. Algunos niños tienen una contaminación interna de 1190 Bg/Kg.

La tragedia no para aquí. Hemos encontrado igualmente en el organismo de los niños que hemos examinado, fuertes concentraciones de plomo. Mientras que en los grupos de control hay valores de 0,06 ppm  (normal), en las zonas contaminadas hemos encontrado 0,12 hasta 0,18, incluso 0,20 ppm. Estos niños viven en pequeños pueblos, donde no hay ninguna industria ni fábrica. Sabemos que este plomo está ligado a Chernobyl. En efecto, los primeros días después de la catástrofe, los equipos han vertido plomo con helicópteros en el reactor explotado, para apagar el incendio. Ahora bien, la temperatura era de 3.000 grados centígrados. El plomo se ha mezclado con Cs 137 y se ha vaporizado.

Sólo muy recientemente hemos descubierto un tercer factor que afecta la salud de nuestros niños: los nitratos. El agua del grifo tiene un nivel de nitratos 2 a 3 veces más elevada que la norma.
El plomo, más los nitratos, más el Cs 137 han contaminado el medio natural y el alimento. El sistema digestivo está expuesto a un riesgo elevado, en la medida en que ahí se acumulan estos tres contaminantes.

No voy a entrar en el detalle de nuestros trabajos ni enumerar todos lo métodos clínicos, los protocolos que hemos utilizados para nuestro seguimiento de las modificaciones morfológicas.
Hemos estudiado 298 niños de 10-17 años, expuestos a estos tres factores, comparados con 153 del grupo control. Se trata de alumnos, que viven en medios socio-económicos comparables, pero en situaciones ecológicas diferentes (fig. 26).
El grupo control vive en territorios en los que la contaminación no ha aumentado, sin problema de plomo, con nitratos débilmente incrementados en el agua.
           
Conclusión:
Parece ser que en los territorios contaminados, el 80% de los 298 niños estudiados presentan todo tipo de complicaciones gastro-intestinales.
1. Hemos investigado la infección por la bacteria Helicobacter pylori, cuya proliferación en la mucosa puede conducir a la úlcera y al cáncer. En la literatura médica occidental, el 35% de las personas que sufren de estómago presentan infecciones de H. pylori. Hemos encontrado 85% de infecciones en los niños que padecían gastritis crónicas. Los niños que no tenían trastornos gástricos tenían H. pylori sólo en el 5% de los casos, pero el 40% de todos los niños estudiados padecían de esta infección.
2. La atrofia de la mucosa digestiva afecta al 16% de los niños en la zona contaminada  en oposición solamente al 2% de los controles.
3. La metaplasia intestinal con modificación de las células es más frecuente en los niños que viven en zona contaminada: 6% contra 2% en el grupo control.
36,8% de los niños que presentan trastornos tróficos del sistema digestivo, (contra 8% en el grupo control) tienen una fuerte concentración de los tres factores: plomo, nitratos y Cesio 137.
Las personas mayores presentan normalmente una cierta atrofia de las mucosas digestivas así como metaplasias de la mucosa estomacal. Actualmente, nuestros niños presentan alteraciones características de las personas mayores (fig.27).
En conclusión, la combinación de H. pylori, de atrofias y de metaplasias, van acompañadas de un riesgo muy elevado de cáncer digestivo. Las cifras considerablemente aumentadas que obtenemos dejan prever la aparición de cánceres digestivos en esta población. En los niños, la consecuencia tardía de Chernobyl corre peligro de ser un cáncer de estómago cuando tengan 20 años. Eso representará una segunda catástrofe de Chérnobil para ellos.
Les doy las gracias.

El Presidente:
Os agradezco, Profesor Gres.

Llamo al Profesor Gould de Nueva York.

Profesor Jay Gould:

Acabo de publicar con el Dr. Mangano un libro titulado “El enemigo Interior” (The Enemy Within), que examina los riesgos que se corre viviendo cerca de un reactor atómico. En los Estados Unidos, en el mes de mayo de 1986, los niveles de radiactividad han sido muy inferiores a los que han sido medidos en Ucrania y en Bielorrusia. Sin embargo disponemos de estadísticas tan precisas sobre los niveles de radiaciones y sobre las variables de salud, que nos es posible encontrar correlaciones. Hemos podido observar también un aumento de los cánceres de tiroides en los Estados Unidos gracias al registro de cánceres de Connecticut, uno de los mejores y de los más antiguos del mundo (1935).

En el período pré-atómico, el que va de 1935-1944, la incidencia de cánceres del tiroides era muy bajo y estaba en disminución.
El comienzo de la era atómica data en realidad de 1944, como hemos estudiado de los documentos publicados por el Departamento USA de la Energía. En la precipitación que ha caracterizado la producción de plutonio en Hanford en 1944 y 1945, cantidades enormes de yodo radioactivo han sido liberadas por la industria atómica de Hanford, es decir, dosis equivalentes a la de la explosión de Chernobyl.

La cifra exacta no ha sido publicada jamás en ningún periódico. Ahora bien, hace tres años, el Departamento de Defensa ha revelado que en 1945, Hanford se habría desecho de alrededor de 550.000 Curios de yodo radiactivo.
Ahora, se miden niveles de yodo del orden de un picoCurio en la leche o en el agua. Un picoCurio es la trillonésima parte de un Curio. En 1945, la población de los Estados Unidos ha estado expuesta pues, a sus espaldas, a una dosis de 4 millones de picoCurios por habitante.

Y es sin duda la razón por la cual hemos advertido un incremento de la incidencia de los cánceres de tiroides. Estos se han quintuplicado desde 1950 (fig. 43), con un pico de 5 años después de una fuerte exposición, incluido el pico que se ha producido en los Estados Unidos 5 años después de Chernobyl, en 1991 (fig. 42).

Muchos Estados poseen muy buenos registros de cánceres. El Departamento de Medio Ambiente mide cada mes, en aproximadamente 60 ciudades, los niveles de yodo radiactivo en la leche. En los Estados y regiones que reciben fuertes lluvias, fuertes índice de yodo radiactivo han sido encontrados en la leche en mayo de 1986 (fig. 41).

En mayo y junio de 1986, cuando la nube de Chernobyl pasó por encima de los Estados Unidos y cuando el Nordeste conoció fuertes lluvias, observamos no solamente un incremento de los cánceres de tiroides en 1986 y 1987, sino igualmente un incremento del hipotiroidismo en el recién nacido.

Desde el accidente de Three Mile Island, los Departamentos de Salud de cada Estado censan las tasas de hipotiroidismo congénito en relación al porcentaje de los nacimientos.    Saben en efecto que desde 1979, se asiste a un incremento notable de estos casos. El hipotiroidismo es una afección muy rara, pero aumenta rápidamente a partir de 1985-1986, para alcanzar una especie de meseta entre 1991 y 1992. Este incremento epidemiológico atestigua que la nube de Chernobyl ha tenido efectos.

Este fenómeno confirma los estudios de la profesora Bourlakova sobre el efecto de las dosis débiles. Este cuado clasifica los Estados en 5 regiones, en relación a la abundancia de lluvias y de yodo radiactivo. La curva no es lineal, es cóncava hacia la parte de abajo, es una respuesta logarítmica, donde el riesgo es máximo al nivel más bajo.

Nos hemos preguntado por qué el hipotiroidismo continuaba aumentando, aunque la vida media del yodo 131 es de 8 días. Las sugerencias de la profesora Bourlakova pueden dar una respuesta a esta pregunta. En efecto, pensamos, pero esto debe también ser confirmado por Ucrania y Bielorrusia, que el yodo se acompañaba de Estroncio 90. Lo hemos medido y hemos encontrado niveles de Estroncio 90 y de yodo entre 1 y 3 picoCurios por litro en la leche. Estas dosis son extremadamente débiles, pero sabemos que dosis débiles tienen en realidad efectos muy importantes.

El Estroncio 90 se concentra en los huesos, lo que es muy perjudicial para el sistema inmunitario, cuya deficiencia está en el origen de todas las alteraciones de las que hemos discutido aquí. Por otro lado, el Estroncio 90 produce un radioelemento hijo, que se concentra en la glándula pituitaria, lo que puede tener un efecto secundario sobre el hipotiroidismo. Una mujer embarazada absorbe Estroncio 90, activo mucho tiempo desde el declive del yodo 131, que lesiona la glándula pituitaria, lo que tiene un efecto retroactivo y provoca otras enfermedades inmunodeficientes.

He aquí una explicación plausible para un fenómeno muy intrigante, a saber, el incremento del hipotiroidismo, así como el hecho de que la tasa de nacimientos de bebés con poco peso continúa aumentando, como lo ha reflejado la Dra. Bertell. El porcentaje de recién nacidos demasiado bajos de peso es uno de los indicadores más sensibles de una inmunodeficiencia radioinducida, y este nivel continúa aumentando en los Estados Unidos.

La tasa de prematuros, que sigue una curva paralela a la de los bebés de poco peso, aumenta también rápidamente. Ha despegado verdaderamente en 1992. Estas indicaciones muestran que los Estados Unidos y la ex – Unión Soviética se reparten los trastornos de la salud causados por Chernobyl, pero igualmente por todas las radiaciones de antes de Chernobyl, por el hecho de que los dos países han desarrollado la energía nuclear, cuyos vertidos contribuyen en gran manera a los efectos que describo en mi libro.

A partir de las estadísticas oficiales sobre la mortalidad debida al cáncer de mama, en relación con la edad, para cada condado de los Estados Unidos a partir de 1950, datos que no han sido jamás publicados, nuestro ordenador nos permite realizar nuestras propias curvas.

Nuestro libro presenta una serie de mapas de los alrededores de los 60 reactores nucleares de los Estados Unidos, civiles o militares. Ustedes ven que 55 de estos 60 reactores comportan un riesgo estadísticamente más elevado de mortalidad por cáncer de mama en un radio de 50 a 100 millas. Los Estados Unidos, que son un país muy grande, presentan zonas muy extendidas, de un radio de 50-100 millas alrededor de los reactores, donde las mujeres corren un riesgo incrementado de morir de cáncer de mama. Esto también es verdad para el peso bajo al nacer y el SIDA, que es una enfermedad de deficiencia inmunitaria adquirida.

Creemos, y querríamos decirlo a los Jueces, que podemos fechar el comienzo de la mayoría de los problemas de salud que afectan actualmente a la antigua Unión Soviética pero igualmente a los Estados Unidos, a partir de la aparición de dosis débiles de radiaciones, al comienzo de la era nuclear.

Tenemos un acuerdo con Greenpeace y la Iglesia Metodista según el cual el beneficio de cada ejemplar de nuestro libro vendido va a su organización. Sería posible quizá poner en marcha un sistema similar para Europa, con una organización que aceptara difundir este libro. En efecto, pensamos que cuenta la génesis de los sufrimientos que afectan a todos los países desde el comienzo de la era nuclear. Yo entrego este libro a los Jueces.

El Presidente:
           
Os doy las gracias, Profesor Gould. ¿Piensa que toda energía nuclear sea peligrosa?

Profesor Jay Gould:

Los vertidos de rutina son peligrosos, en efecto representan la principal fuente de dosis débiles de radiaciones. Durante un accidente hay vertido de dosis importantes, pero las dosis débiles son temibles a causa de sus efectos a largo plazo. Petkau, un físico nuclear canadiense, ha mostrado hace varios años que los efectos de las dosis débiles son de tipo logarítmico, a saber cóncavas hacia la parte inferior, lo que significa que a dosis más bajas el riesgo es más grande.

Los ataques al sistema inmunitario causados por las bajas dosis de radiaciónes pueden, en cierta medida ser combatidos por medidas que pretenden estimular el sistema inmunitario, como los antioxidantes, las vitaminas C y E. Los mecanismos bioquímicos que provocan los ataques al sistema inmunitario son diferentes de los que lesionan el DNA durante la exposición a dosis más fuertes. Con dosis bajas tenemos entre otras, producción de radicales libres, que pueden ser neutralizados por antioxidantes como las vitaminas C y E. La única manera de resolver el problema de las dosis bajas de radiaciones es parar lo más deprisa posible cada reactor nuclear en el mundo.

Hemos estudiado el indicador más sensible de los ataques debidos a dosis bajas, a saber, el porcentaje de recién nacidos de menos de 2.500 gramos en relación con el número total de nacimientos. En los Estados Unidos, este porcentaje comienza a crecer en 1945. En el Estado de Nueva York, por ejemplo, aumenta de 6 a 9% en 1965, después  mejora con la parada de los ensayos en la atmósfera, pero hacia finales de los años 70, vuelve a amentar después del accidente de Three Mile Island, y continúa creciendo en nuestros días.

Este aumento es un indicador de los ataques al sistema inmunitario debidos a las dosis bajas. Hemos visto por ejemplo que el incremento de 40-50% de los nacimientos de bebés de menos de 2.500 gramos entre 1945 y 1965 ha sido seguido de un deterioro del estado de salud de la generación de la explosión de la natalidad del baby-boom. En efecto, esta generación ha alcanzado la edad de 18 años en 1963, en el momento en el que  en los Estados Unidos, se ha advertido una bajada inexplicable de los resultados intelectuales de los candidatos a los exámenes (SAT), que ha imitado, 20 años más tarde, el perfil de las curvas anteriores del bajo peso de los recién nacidos.

Mi colega, el Dr. Sternglass, ha sido el primero  en sospechar una correlación entre estos dos fenómenos, y yo he mostrado que otras anomalías socio-económicas les acompañan. A partir de 1970 por ejemplo, la generación del baby-boom ha producido numerosos desempleados, socialmente improductivos, durante un periodo de 20 años. Cuando esta generación ha alcanzado 35 años, el SIDA y otras enfermedades inmunodeficientes han aparecido, así como un incremento del cáncer de mama en mujeres jóvenes, lo que es una señal más de un ataque original debido a los ensayos atmosféricos, que, según el Consejo Nacional de la Defensa, han sido comparables a más de 40.000 bombas de Hiroshima.

He aquí el tipo de radiaciones a las que han sido expuestos los niños de los Estados Unidos y de la Unión Soviética.
Hemos podido demostrar que, en los años 80, ha sido posible medir para cada uno de los países nuclearizados el grado de deterioro del sistema inmunitario de la generación del baby-boom, mostrando la proporción de fallecimientos en esta generación en relación con la totalidad de fallecimientos en 1983, después en 1988. En todos los países nuclearizados, este porcentaje ha aumentado, aunque entre 1900 y 1980, la parte del grupo de los 25-44 años en el número total de fallecimientos ha disminuido. Durante 80 años, este grupo de edad ha disfrutado de la mejor salud de todos los trabajadores, y su salud mejoraba de año en año. Después, de 1983 a 1988, en todos los países nuclearizados la tasa de fallecimientos ha aumentado en esta generación.

Una de las más grandes ironías es que los únicos países que no han sufrido el agravamiento de la mortalidad en la generación del baby-boom son Japón y Alemania, precisamente porque ellos han perdido la guerra y se les ha impedido exponer su progenitura a los productos de fisión producidos por la fabricación y los ensayos de las bombas atómicas. Se puede decir que habiendo perdido la Segunda Guerra Mundial, han ganado en realidad la Tercera. ¿??????

El Presidente:
¿De donde saca usted sus datos estadísticos?

Profesor Jay Gould:

Todos los datos estadísticos provienen del Anuario Demográfico de las Naciones Unidas, que trae el número de fallecimientos por año y por grupo de edad. Si se toma la proporción del grupo de edad de 25-44 años (que representa la generación de la explosión de natalidad) en relación al número total de fallecimientos en 1983 y 1988, se encuentra que en los Estados Unidos este porcentaje ha aumentado en un 18%, en Francia, en 15%, en Gran Bretaña en 8%, y que ha decrecido en Alemania y en Japón. En otros términos, las cifras de las Naciones Unidas muestran que las generaciones del baby-boom de Alemania y de Japón han reducido su tasa de mortalidad.

Muchos países se encuentran entre los dos, pues incluso cuando no poseen central atómica, como Noruega, pueden sufrir la influencia de los reactores ingleses, por ejemplo Sellafield. Durante una conferencia que tuvo lugar hace varios años, Noruega presentó un estudio. Habían observado que los niños que habitaban la vertiente Oeste de la cadena de montañas orientada Norte/Sur, tenían resultados escolares inferiores a los que vivían en el Este, pues estaban expuestos a las radiaciones de los reactores de Sellafield. Se encuentra esto en muchos de los países que no poseen reactores atómicos pero que sufren los efectos de los reactores extranjeros, en vistas de la proximidad. Austria no posee central nuclear, Suiza sí posee, y ambos países sufren las radiaciones producidas por las centrales nucleares francesas. Es muy injusto. Esto indica una vez más que la mayor prioridad para todos los países del mundo es eliminar las centrales atómicas, civiles o militares.

El Presidente:
Muchas gracias, Profesor Gould.

ÍNDICE DE TRABAJOS SOBRE CHERNÓBIL EN ESPAÑOL PUBLICADOS POR C.I.A.R.
Colectivo de Investigación sobre las Armas Radiactivas

Hemos publicado también otros trabajos sobre Chernóbil en nuestros boletines de armas contra las guerras disponibles en nuestras webs gratuitamente: http://www.ciaramc.org y http://www.amcmh.org

Boletín 33: El profesor Youri Bandajevski, doctor en anatomopatología, ex director del Laboratorio Central de Investigación Científica de Bielorrusia, y Rector de la Facultad de Medicina de Gomel, sigue en prisión por haber descubierto y denun-ciado el impacto de la contaminación radiactiva sobre el corazón especialmente en niños.

Boletín 45: Reportaje sobre la situación sanitaria de Bielorrusia que se oculta, en relación con la importante contaminación radiactiva. CRIIRAD. En el pasado mes de abril de 2003, dos representantes de la asociación CRIIRAD, Romain Chazel, vicepresidente y Martial Mazars, doctor en física teórica, han viajado a Bielorrusia, el país más afectado por la catástrofe de Chernóbil. Resumimos y comentamos aquí algunas de sus conclusiones en los aspectos médicos.

Boletín 88:  ¡por fin libre! Creación de un laboratorio «CRIIRAD Bandazhevsky en el Bielorrusia» Un proyecto internacional al servicio de las víctimas de Chernóbil y de todas las personas expuestas a las contaminaciones radiactivas. CRIIRAD.
Carta del profesor Youri Bandazhevsky.

Boletín 108: Pruebas de enfermedades y defectos de nacimientos en Rusia, Bielorrusia, Ucrania y otros territorios afectados por el desastre de Chernóbil en 1986. 100 estudios rusos resumidos. Low Level Radiation Campaign

Boletín 109: ECRR. Una nueva publicación revela las verdaderas consecuencias de la exposición a radioactividad.

Boletín 110: Un análisis crítico de la Campaña de Radiación de Bajo Nivel (LLRC) de El Otro Informe sobre Chernóbil, de los Verdes, conocido como Torch, que minimiza los efectos.

Boletín 111: Chernóbil, 20 años después. Alfredo Embid

Boletín 130: CHERNÓBIL, 40 años de mentiras. Conferencias de Alfredo Embid en Biocultura.

Boletín152: Como ayudar a los niños contaminados por la Radiactividad del Accidente de Chernóbil. Alfredo Embid.- Proyecto internacional “Niños altamente expuestos de Bielorrusia” del Profesor Nesterenko.

Boletín175: Llamamiento de profesionales de la salud a favor de la independencia de la Organización Mundial de la Salud frente a la Agencia Internacional de Energía Atómica .
-El llamamiento se propone además instruir e informar a los Profesionales de la Salud a nivel internacional sobre las verdaderas consecuencias sanitarias después de la catástrofe de Chernóbil.
-Desde el 26 de abril 2007, 21º aniversario del accidente de Chernóbil, entre una y tres personas se relevan permanentemente a las puertas del edificio principal de la Organización Mundial de la Salud denunciando su sumisión a la Agencia Internacional de Energía Atómica promotora del lobby nuclear.

Boletín177: 1- La Agencia Internacional de Energía Atómica se justifica y busca soluciones trucadas obligada por los piquetes ante la sede de la Organización Mundial de la Salud. Alfredo Embid
2- Estudios sobre los veteranos atómicos encuentran unas impresionantes tasas de enfermedades congénitas en la segunda y la tercera generación. Green Audit.
3- Forum sobre la contaminación radiactiva en Najaf, Iraq. Equipos Musulmanes para la Paz informan sobre epidemia provocada por las armas de uranio. Cliff Kind.
4- Mas de 200 militares del ejército USA cuestionan la versión oficial del 11S y piden que se abra una nueva investigación. Alfredo Embid.

Boletín184: Fuga radiactiva en España en el 21 aniversario de Chernóbil. El fraude de las explicaciones oficiales y de los ecologistas que las critican. Alfredo Embid. Las dosis admisibles son inamisibles. El fraude de la descontaminación. El fraude de las emisiones normales. El fraude de los expertos. Acuerdo en proteger al complejo nuclear

Boletín 205: Nesterenko ha muerto. El trabajo criminal de las ONG de “ayuda” a Chernóbil Alfredo Embid. Ni catástrofe, ni accidente, ¿simple incendio? D.M. Grodzinski (Ucrania), V.B.Nesterenko (Bielorrusia), A.V.Yablokov (Rusia).

Ver conclusiones en el boletín nº 19 y presentación en el boletín nº 58.

Boletín 12: 23 ANIVERSARIO DE CHERNOBIL 26 abril 2009 Acciones en Europa 23 ANIVERSARIO DE CHERNOBYL

Boletín 13: 23 ANIVERSARIO DE CHERNOBYL. 26 abril 2009 Nuevas publicaciones en español disponibles gratuitamente (1). Chernobyl Consecuencias sobre el medioambiente, la salud, y los derechos de la persona.
Tribunal Permanente de los Pueblos. Comisión Médica Internacional de Tchernobyl

Boletín 14: 23 ANIVERSARIO DE CHERNOBYL 26 abril 2009 Nuevas publicaciones en español disponibles gratuitamente (2).
Chernobyl Consecuencias sobre el medioambiente, la salud, y los derechos de la persona.
Tribunal Permanente de los Pueblos. Comisión Médica Internacional de Tchernobyl

Asímismo están disponibles varias presentaciones en www.ciaramc.org

La AMC ha publicado en español el libro Recomendaciones del ECRR, 2003. Los efectos de la exposición a radiación ionizante a bajas dosis sobre la salud con aplicación a la protección radiactiva.
Realizado por más de 30 científicos independientes agrupados como Comisión Europea de Riesgos radiológicos ERC, demuestra que los efectos de la contaminación radiactiva de bajas dosis sobre la salud planetaria, han sido ampliamente infravalorados por los organismos oficiales incluyendo los de la contaminación de Chernóbil.

El libro "Chernobil 20 años después" se ha publicado incluído en nuestra revista MEDICINA HOLÍSTICA nº 79, además se encuentra a disposición pública en nuestra web: http://amcmh.org/PagAMC/downloads/DOSSIERCHERNOBIL.pdf


Preparamos mas contrainformación sobre el tema que publicaremos la próxima semana.

Si consideras que esta contrainformación debe estar a disposición de todos difúndela reenviándola a tu lista de correos.