Boletín 95
16 Diciembre 2010
   

La experimentación humana en medicina [2ª parte]
De los nazis a los norteamericanos

Alfredo Embid

  • El reciente artículo del New York Times sobre el encubrimiento de científicos nazis oculta lo esencial.
  • El juicio de Nuremberg contra los médicos nazis fue una hipocresía.
  • La participación de respetables empresas farmacéuticas en los experimentos nazis fue ocultada.
  • Miles de nazis fueron reciclados para seguir cometiendo sus crímenes en todo el mundo.
  • Los médicos criminales japoneses nunca fueron juzgados.
  • Las revelaciones del New York Times sobre el encubrimiento de científicos nazis es otra maniobra de distracción.
  • Tienes obligación de violar las leyes nacionales para prevenir que se produzcan crímenes contra la paz y contra la humanidad.

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El reciente artículo del New York Times sobre el encubrimiento de científicos nazis oculta lo esencial
Asistimos en los últimos meses a una epidemia de “revelaciones” en los medios de desinformación.
Primero, en el mes de octubre fueron los casos de cobayismo humano en Guatemala donde se provocó la sífilis en los nativos, y como corolario el experimento Tuskegee donde se dejó evolucionar la sífilis hasta la muerte en ciudadanos USA [1].
Y ahora tenemos el culebrón de las “revelaciones” de wikifugas (Wikileaks).
En medio, el 13 de noviembre de 2010, el New York Times “revelaba” en primera plana [2] que Estados Unidos habían acogido a científicos nazis, algunos de los cuales también estaban implicados en experimentación humana, aunque esto no se mencione, tras la segunda guerra mundial, durante la operación llamada «Operación Paperclip» (Operación clips).
Aparentemente los tres hechos no tienen nada que ver pero si los examinas atentamente verás que si, los tres cumplen funciones comunes.
Pero antes de analizar esta nueva operación desinformativa te propongo que veamos qué pasó en el juicio de Nuremberg, especialmente en el campo de la experimentación médica nazi.

El juicio de Nuremberg contra los médicos nazis fue una hipocresía
A principio de los 70 encontré en París un libro del Dr. Mazouki [3] sobre la  experimentación humana en medicinaque me interesó mucho. Hablé con el editor francés y lo traduje. También me puse en contacto personal con Mario Alfonso Sanjuan que había sido el único médico que se atrevió a denunciar algunos casos de experimentación humana en España para que hiciera el prólogo. Mario tuvo la amabilidad de hacerlo e incluso viajó a Tenerife, Canarias, donde yo residía entonces, para ultimar los detalles y añadió un anexo sobre la situación en España. Bajo el título  “La experimentación en el hombre, la otra cara de la medicina.”, la editorial Júcar lo publicó años después[4].
Mario afirmó en su prólogo que en España se han realizado y se realizan gran número de experiencias clínicas que en otros países costarían 20 veces más, que estos experimentos peligrosos en muchos casos se practican sin el consentimiento de los enfermos con la complicidad del Colegio de Médicos y fuera de cualquier control. No porque no exista legislación, reconoce, se ha publicado el real decreto 944/78, “para que todos y cada uno de sus requisitos sean sistemáticamente trasgredidos”.

 

En el libro figuraban parte de las actas del tribunal de Nuremberg especialmente sobre los crímenes que perpetraron los nazis, experimentando con humanos. A estos crímenes se les ha dado bastante publicidad por supuesto sin contrastarlos con otras experimentaciones graves perpetradas por sus acusadores.
Dejémoslo claro. Los crímenes nazis son incuestionables. Pero los nazis podrían perfectamente haber acusado a los aliados de haber perpetrado los mismos crímenes si hubieran ganado la guerra.
Los abogados de los médicos nazis en el juicio de Nuremberg citaron algunos casos norteamericanos de experimentación criminal para defender las acciones de sus clientes.

Hoy sabemos que algunos experimentos norteamericanos incluso fueron precursores de los de los nazis.

Por ejemplo, en 1915, a fin de encontrar el tratamiento de la pelagra - caracterizada por  diarrea, demencia y lesiones cutáneas, Goldberger provocó previamente la enfermedad a quince reclusos de una prisión de Mississippi [5]
.
En 1931 los médicos del Instituto Rockefeller de Investigaciones Médicas inoculaban células de cáncer a seres humanos [6]. Este mismo Instituto financiaría posteriormente otros experimentos criminales con cobayas humanos en Latinoamérica. El director de los mismos fue el Dr. Cornelius Rhoads, que luego realizaría los aireados estudios en Guatemala infectando con sífilis a prisioneros, y también en Panamá como ya documentamos en la primera parte. Tras trabajar en las  instalaciones de Guerras Biológicas de  EE.UU. en Maryland, Utah,  pasó a hacerlo para  la Comisión de Energía Atómica Americana donde realizó  experimentos de exposición a la radiación en soldados americanos y pacientes de hospitales civiles que detallaremos en un próximo boletín.
El experimento de Tuskegee del que hemos hablado extensamente en la primera parte de este boletín comenzó en 1932 donde cientos de negros durante 40 años no fueron tratados de sífilis. .
En 1942 se hicieron experimentos con gas mostaza en 4.000 soldados y también en la comunidad nanonita  (amish) a cambio de librar a sus miembros del servicio militar [7].
En 1944 la Marina probo máscaras y ropa antigás sobre “cobayas humanos” que eran encerrados en una cámara y rociados con gases tóxicos utilizados en la guerra química como el gas mostaza y la lewisita [8]
Serviatus el abogado de Karl Brandt recordó los experimentos norteamericanos sobre el paludismo en cobayas humanos habían comenzado en 1940- 42 pero experimentos similares seguían teniendo lugar en 1945, en las prisiones de Chicago, Illinois y de Nueva Jersey y Atlanta. Cada año había más de un millar de experimentos de este tipo [9] [10].
Es decir, los norteamericanos los hacían en el mismo momento en que los nazis llevaban a cabo estos mismos experimentos en los campos de concentración.

El argumento que los acusadores norteamericanos repitieron como loros era que en todos estos casos los pacientes eran “voluntarios.”  Esto es falso en muchos casos como está absolutamente demostrado hoy en los experimentos de Guatemala y Atlanta sobre la sífilis, bastante discutible en otros y mucho más el que los cobayas estuvieran realmente informados de los riesgos que corrían.
Un buen ejemplo son los experimentos de Strong sobre el Beri Beri y la peste en Manila, Filipinas. 
En 1905 el norteamericano Strong utilizaba para sus experimentos sobre el beriberi y la peste a 900 personas que eran, al mismo tiempo, filipinos, voluntarios y condenados a muerte. Escribió ingenuamente en su informe que se hallaba muy sorprendido de ver cómo la inyección de fuertes dosis de bacilos de la peste vivos, podía desencadenar tan pocas perturbaciones sobre el organismo.

El abogado de la defensa se extrañó, con una cierta perfidia, de que "en una ciudad tan pequeña como Manila en aquella época se pudiesen encontrar 900 condenados a muerte, todos voluntarios"[11].
El diálogo que se entabló entre él y el experto norteamericano Ivy, particularmente instructivo y sabroso, merece ser relatado in extenso:

R. (abogado): A propósito del artículo de Strong sobre el beriberi, del que habéis discutido con uno de sus autores, el doctor Crowell, dijisteis el viernes que ninguno de los sujetos murió. Pero en la pagina 379 de este artículo, podéis leer: "el enfermo se debilitó gradualmente y murió a las dos horas del mediodía del día siguiente".
Ivy: Hubo un muerto, en efecto, pero no sé aún a qué se debió su muerte.
R.: ¿Está de acuerdo conmigo en las graves perturbaciones cardíacas y nerviosas que el beriberi puede causar? 
I: Sí, si se le permite ir hasta el punto en que cause un daño importante.
R.: Si, si se deja que el beriberi se desarrolle hasta el punto en que el enfermo muere; evidentemente, se ha ido bastante lejos. La historia de la enfermedad nos enseña que los veintinueve sujetos del experimento no podían ni hablar inglés, ni español, ni incluso el dialecto indígena de Manila, pero que se les podía hablar con intérpretes que utilizaban su dialecto. ¿Consideráis que sujetos de este tipo eran capaces de juzgar el significado de un experimento sobre el beriberi?.
I.: Lo pienso, pues el beriberi es endémico en la región de donde vienen.
R.: Sabéis tan bien como yo que el beriberi no existe en las regiones montañosas de Filipinas.
I.: No, no estoy tan seguro.
R.: Pero usted admite que el beriberi es un problema tan importante que los experimentos de Strong están justificadas completamente, desde el punto de vista ético y científico. Al leer el artículo, ¿no habéis tenido ningún escrúpulo?.
I.: No, estaba sobre todo interesado en descubrir si los sujetos eran voluntarios o si se les había ofrecido una recompensa.
R.: De todas formas, ¿estáis personalmente convencido de que el profesor Strong ha efectuado sus experimentos sobre indígenas, no porque los estimase racialmente inferiores, sino porque el gobierno filipino no le había proporcionado otros sujetos, y que pensaba que estos experimentos servirán a la humanidad, sin mostrar demasiado interés por la nacionalidad de los sujetos de experimentación?
I.: Todo lo que sé es que se trataba de prisioneros condenados a muerte y, según el doctor Crowell, de voluntarios.
R.: ¿Conocéis los experimentos de Otero, que infectó con tifus a sujetos vacunados?
I.: No.
R.: ¿Conocéis los experimentos de Yersin y de Laval, que infectaron a "coolies" con el tifus y con éxito?
I.: No.
R.:Conocéis los experimentos paralelos de Sergent y de sus colaboradores?
I.:No.
R.: ¿Conocéis los experimentos de Dehertano, Michell, Richardson, Sparrow y Lombroso?
I.:No.
R.: ¿Tal vez conocéis, al menos, los experimentos de los norteamericanos Mac Galla y Brerton, que han infectado a sus sujetos con la fiebre de las Montañas Rocosas y por qué utilizaron a un individuo al que se le habían amputado sus dos piernas?
I.: No.
R.:¿ Habéis leído, al menos, en algún periódico norteamericano de medicina una crítica o alguna protesta contra estos experimentos?
I.:No.
R.: ¿Pero ahora os ocupáis de la cuestión de los experimentos humanos?
I.: No.
R.: ¿Consideráis que es conforme a la ética médica administrar a criminales condenados a muerte dosis peligrosas de medicamentos que permitan estudiar los cambios experimentados en el hígado de los sujetos después de su ejecución?
I.: Si los condenados a muerte han sido voluntarios y si hay buenas razones para creer que estos ensayos son necesarios, esto es conforme a la ética.

Por su parte el Doctor en Derecho Flemming, defensor de Mrugowsky, lanzó una buena andanada de experimentos no nazis interrogando al Dr. Leibbrand:
¿Sabe usted que en el caso de la escarlatina no existe ninguna posibilidad de realizar ensayos sobre animales, y que, por tanto, en muchos países extranjeros, se la ensaya en las clínicas infantiles? ¿Sabe usted que este tipo de decisión no ha sido tomado en Alemania y que nadie se dio cuenta del peligro que implicaban las vacunas, sino después de su utilización?
Profesor, ¿conoce usted las experiencias profilácticas de la enfermedad del sueño­?
¿Sabe usted que países “honorables” como Francia e Inglaterra han alquilado a negros como sujetos para los experimentos?
¿Que en la sífilis y en la gonorrea los experimentos en seres humanos estuvieron en la base de las investigaciones, y que el gobierno francés ha dado orden de efectuar experimentos con seres humanos? [12]
¿Que Adler, quien ha obtenido el premio de la Sociedad Real de Higiene y de Enfermedades Tropicales, infectó a cinco cancerosos con el kala-azar, y que los cinco enfermos murieron?
¿Que Heimann, Heibrunn y Gungann han tratado a tres paralíticos con penicilina intracelebral y que los tres murieron?
¿Que Vief y Stocks, en Estados Unidos, han inoculado a doscientas cincuenta personas la ictericia infecciosa para estudiar el papel del agua como portadora del virus?
¿Que en las investigaciones sobre el tifus se hicieron experimentos con seres humanos en México por Otero; en Indochina por Yersin, director del Instituto Pasteur; en  Argel por Sergent; en Turquía por Hamadi; en Polonia por Sparrow, casi todas en individuos carentes de cultura?
¿Que Strong infectaba a los prisioneros filipinos con bacilos de peste vivos?

En muchos casos, aparte de los citados, documentados por los alemanes durante el juicio de Nuremberg el consentimiento informado de los sujetos era bastante dudosos.
- En la prisión federal de Atlanta, en la prisión federal de lllinois y en los establecimientos correccionales de Nueva Jersey, ochocientos prisioneros aparecen como voluntarios para que se les inocule el paludismo. No reciben a cambio ninguna ventaja ni reducción de la pena aparte de una retribución de cien dólares”.
 - El tifus fue inoculado en un gran número de condenados a muerte en Turquía. No se menciona en el informe si eran voluntarios.
 - Goldberger produjo la pelagra en once detenidos norteamericanos, a cambio de la promesa de libertad.
 - Los primeros ensayos con cultivos de la peste fueron realizados por la American Strong en Manila, en novecientos criminales condenados a muerte (!); no se menciona si eran voluntarios.
- El instituto Worcester en Manila es conocido por sus continuos ensayos en la prisión de Bilibid, a cambio de una recompensa;
 - En Hawai, el criminal condenado a muerte, Keanu, fue infectado con lepra. Estaba de acuerdo, y la pena de muerte debía anularse. Keanu murió de lepra.
 - Inyecciones de estreptococos fueron practicadas a veinticinco detenidos americanos, voluntarios.
- Los experimentadores norteamericanos, en particular, realizaron cierto número de experiencias sobre indígenas de las islas del Pacífico y sobre coolies (trabajadores esclavos chinos), a cambio de una retribución.
La defensa demostró, del mismo modo, ciento cincuenta casos de experimentos en seres humanos. Probó que no todas fueron practicadas en detenidos que se prestaran como voluntarios, y que, en los casos en que los sujetos eran voluntarios, habían sido empujados a ello mediante promesas de recompensas en dinero y certificados de participación que podían serles de utilidad.
Por último mencionemos el diálogo entre Tip el abogado de Schroeder cuestionó la excusa de que algunos experimentos norteamericanos consistían en ayudar a ganar la guerra;
 T.: Habéis declarado que los experimentos sobre sujetos voluntarios condenados a muerte eran admisibles desde el punto de vista ético, incluso si los condenados recibían un producto susceptible de tener consecuencias fatales. Una concepción como ésta, ¿no se halla acaso en contradicción con la frase siguiente del juramento de Hipócrates:
"No daré veneno a un hombre aunque me lo pida"?
I.: Pienso que esta frase concierne al médico terapeuta y no al medico experimentador.
T.: ¿Así que pensáis que se puede establecer una diferencia entre los dos, admitís que en cada uno de estos atributos hay leyes diferentes y hay que aplicar párrafos diferentes del juramento hipocrático?
I.: Si, ciertamente.

El Dr. Mazouki concluye en su libro que “si los vencedores hubiesen sido alemanes habrían podido a su vez condenar a Strong, a los Crowell, a los Yersin y a todos los que fabricaron las bombas de canicas, invisibles a los rayos X a través de una delicada preparación y por lo tanto indetectables e inoperables”. Posteriormente estas bombas fueron ampliamente empleadas contra la población vietnamita.
El juicio de Nuremberg llevó a establecer el Código de Nuremberg para la protección de los seres humanos como sujetos de la experimentación médica. Uno de sus  principios fue el consentimiento informado: las personas deben acceder voluntariamente a formar parte de un experimento y deben tener plena conciencia de los riesgos del mismo. Como vimos en el artículo anterior, no se ha respetado en numerosas ocasiones.
Muchos años mas tarde el historiador James Jones le preguntó al médico norteamericano John Heller, director del estudio Tuskege en el cual se dejó evolucionar hasta la muerte la sífilis de aparceros negros estadounidenses sin tratamiento a pesar de que este estaba disponible :

  • “Le pregunté específicamente acerca de Nuremberg y si el tema lo hacía recapacitar.
  • Y él dijo: “Para nada.”

Le pregunté si encontraba alguna relación entre lo que ellos hacían y lo que los nazis habían hecho,
y dijo: “Claro que no.”
Luego me miró con cara de inocencia herida y dijo:
“Ellos eran nazis” [13].

¿No te parece escalofriante?

La participación de respetables empresas farmacéuticas en los experimentos fue ocultada

Este es un hecho importante que implica a empresas como Bayer y Hoechst (ahora Aventis) que formaban parte del complejo químico farmacéutico industrial nazi: la IGFARBEN. IG (Interessengemeinschaft) significa "Asociación de intereses comunes": es decir los de las empresas que la formaban que incluían a BASF, Bayer, Hoechst y otras de la química alemana y compañías farmacéuticas.
En un boletín anterior ya demostramos como Bayer comercializó drogas como la cocaína y la heroína incluso recomendándolas para niños[14], pero además su participación en el genocidio nazi esta ampliamente demostrada y documentada por numerosos autores modernos[15]. Incluso existe una organización de vigilancia alemana, la Red GBG, que mantiene abundantes documentos y pistas sobre Bayer y sus actividades farmacéuticas.


Foto: localizaciones y tamaño de la planta industrial de IG Farben y del campo de concentración de Auschwitz.

IG Farben construyó su nueva planta gigante en Auschwitz, la fuerza de trabajo que utilizó (en total unas 300.000 personas) eran esclavos. El gas Zyklon B, que mató a millones de judíos, rusos, gitanos y otras personas fue producido por la empresa Degesch  subsidiaria de IGFarben .



Libro sobre la IG Farben de J. Borkin [16]

Los empleados de las SS más importantes como el Dr. Helmuth Vetter, en varios campos de concentración, participaron en estos experimentos por orden de la empresa  Bayer Leverkusen.
Al mismo tiempo el siniestro doctor Joseph Mengele,  experimentó en Auschwitz con medicamentos que fueron designados como "B-1012", B-1034 "," 3382 "o" Rutenol ". Los experimentos no se aplicaron sólo a los presos enfermos, sino también a las personas sanas. Estas personas fueron infectadas deliberadamente con enfermedades que no tenían para probar píldoras, sustancias en polvo,  inyecciones o enemas. Es decir el mismo protocolo que los médicos norteamericanos utilizaron años más tarde en Guatemala.
Muchos de estos “medicamentos” causaron a las víctimas vómitos o diarrea con sangre y en la mayoría de los casos los presos murieron como consecuencia de la experimentos[17].
Para muestra basta un botón.
En la correspondencia entre el comandante del campamento y la empresa Bayer Leverkusen descubierta en los archivos de Auschwitz figuraba la venta de 150 presas con fines de experimentación y es particularmente aleccionadora por lo que la cito in extenso:
"Con el fin de realizar los experimentos planeados de nuevas drogas somníferas le agradeceríamos si pudiera colocar un número de presos a nuestra disposición (…)" 
y luego el siguiente regateo:
"Confirmamos su respuesta, pero tenga en cuenta que el precio de 200 RM por mujer es demasiado alto. Proponemos pagar no más de 170 RM por mujer. Si esto es aceptable para usted, pueden poner a las mujeres en nuestro poder. Necesitamos alrededor de 150 mujeres (...)
"Confirmamos la aprobación del acuerdo. Por favor, prepare para nosotros 150 mujeres con la mejor salud posible (…)"
"Se han recibido las 150 mujeres. A pesar de su condición de maceración se consideran satisfactorias. Les mantendremos informados de los acontecimientos relacionados con los experimentos (…)"
"Los experimentos se llevaron a cabo. Todas las personas de la prueba murieron. Nos pondremos en contacto con usted en breve sobre un nuevo envío (…)"

El departamento de química-farmacéutica y bacteriológica de la empresa farmacéutica Hoechst (ahora Aventis)  también experimentó sobre los prisioneros de Auschwitz provocándoles el tifus para testar su nueva preparación contra fiebre tifoidea "3582". De nuevo exactamente el mismo protocolo que los médicos norteamericanos utilizaron años más tarde en Guatemala.
La primera serie de pruebas dio resultados poco satisfactorios, la droga  produjo vómitos y agotamiento y muchas personas de la prueba murieron. Parte del campo de concentración de Auschwitz tuvo que ser puesto en cuarentena, y las pruebas tuvieron que continuarse en el campo de concentración de Buchenwald. En la revista del "Departamento para la fiebre tifoidea e investigación viral del campo de concentración de Buchenwald", encontramos el 10 de enero de 1943 que : "Según lo sugerido por la AG IG Farbenindustrie se probaron los siguientes medicamentos para la fiebre tifoidea:
a) Preparación de 3582 <Akridin> de la química. Pharm. y sero-bact. Departamento de Hoechst - Lautenschläger Prof. y Dr. Weber - (Una prueba terapéutica)
b) de azul de metileno, anteriormente probado en ratones por el Prof. Kiekuth, Elberfeld (ensayo terapéutico M) "

La primera y la segunda serie de ensayos terapéuticos que se realizaron en Buchenwald también tuvieron  resultados negativos.
Algunos de los médicos que trabajaron para Bayer fueron condenados: Friedrich Karl Entress, Helmuth Vetter y Eduard Wirths Freitodt: que experimentaron infectando a prisioneros con enfermedades contagiosas para luego probar los nuevos productos farmacéuticos de Bayer.
Es curioso que Wikipedia no menciona a Bayer sino a “Bayern”, ¿se trata solo de un error ortográfico?[18]


Después de la guerra a las empresas que formaban IGFarben se les permitió mantener sus propiedades, pero los trabajadores esclavos sobrevivientes no recibieron nada.
En 1995, se creó la coalición "¡Nunca más!"  el Comité Alemán de Auschwitz, formado por  varias organizaciones de trabajadores ex esclavos. La coalición exige que tiene que haber una compensación adecuada por parte de las empresas descendientes de IG Farben para los trabajadores esclavos y sus descendientes. Es importante resaltar que su acción desborda el marco de las indemnizaciones como ellos mismos exponen:
“Debido a su afán de lucro, las empresas alemanas y los bancos han contribuido a dos guerras mundiales el plazo de un siglo. IG Farben ha desempeñado un papel importante.  Si no hay comprensión de la historia y no hay rendición de cuentas por el pasado, siempre habrá el peligro de que estos crímenes podrían volver a ocurrir [19].
Más de 1.500 personas y unos 100 grupos alemanes han firmado esta plataforma[20]. Las actividades fueron organizadas por la Coalición contra los peligros de Bayer, un grupo que ha dado seguimiento a Bayer desde hace casi 30 años que publica un boletín que puedes recibir de forma gratuita en varios idiomas incluido el español. [21]
Contacto: Coalición contra los peligros de BAYER (Alemania)
www.CBGnetwork.org www.CBGnetwork.org




foto portada de “el Cartel del Infierno”

Diarmuid Jeffreys, periodista británico y productor de televisión, documenta en su libro “el Cartel del Infierno” ', basado en los documentos de tribunal de Nuremberg, y del Estado archivos corporativos, memorias y sus propias entrevistas con los sobrevivientes, como la IG FArben financió el ascenso del nazismo al poder y los experimentos de Menguele en Auschwitz.[22]
No fue el nacismo quien creó la IG Farben sino al revés. La IG Farben se creó cuando los banqueros y los principales fabricantes de química alemana se fusionaron en 1925.  Fueron ellos los que impulsaron el nacionalismo alemán - y sus ganancias – colocándolo por delante del interés del pueblo alemán y de la humanidad.
Como ya denunciamos hace años, de la IGFARBEN salieron no solo la multinacional Bayer, acusada con motivos sólidos de ser responsable del síndrome tóxico mal llamado de la colza en España por su pesticida nemacur, sino también otras “prestigiosas” empresas multinacionales actuales como la farmacéutica Hoechst (ahora Aventis) y la química Basf.
Todas han engordado considerablemente. Hoy en día cada una de las tres hijas de la IG Farben es 20 veces más grande que su madre aun cuando estaba en su apogeo en 1944, último año de la Segunda Guerra Mundial. Varios libros recuerdan su pasado nazi.[23]
La prosperidad de la industria farmacéutica y química alemana hizo de ella el principal exportador mundial de productos químicos, con filiales en más de 150 países.
Sus directivos han sido personajes importantes y respetables de la industria químico - farmacéutica a pesar de su pasado nazi y de que muchos de ellos fueron condenados en Nuremberg como por ejemplo:
Carl Wurster, presidente de la junta directiva de BASF hasta 1974 estuvo, durante la guerra, en la junta directiva de la empresa de fabricación de gas Zyklon-B, con el que se exterminaba a los prisioneros de los campos de concentración.
Carl Winnacker, presidente de la junta directiva de Hoechst hasta finales de los años 70, fue miembro del Sturm Abteilung (SA) y miembro de la junta directiva de IG Farben.
Curt Hansen, presidente de la junta directiva de Bayer hasta los años 70, fue co-organizador de la conquista de Europa en el departamento de "adquisición de materias primas." Es decir del saqueo sistemático de los países ocupados.

Las hijas de IG Farben, BASF, Bayer y Hoechst, han  apoyando a los políticos que representan sus intereses y sus directivos han llegado incluso al gobierno de la nación.
Durante los años 50 y 60 invirtieron en la carrera política de un representante de los jóvenes de un suburbio de la ciudad de BASF de Ludwigshafen que es bien conocido: Helmut Kohl.
De 1957 a 1967, el joven Helmut Kohl fue un cabildero pagado de la "Industria Verband Chemischer," la organización central del cartel farmacéutico y químico alemán.[24]
Luego Helmut Kohl fue nombrado canciller de Alemania.
Es un ejemplo más de que los políticos no gobiernan.



Foto: Helmut Kohl con sus amiguitos anglos. Bonn, 1985 .



Foto: Helmut Kohl, un poco más cebado, con un aborigen hispano.

Las hijas de IG Farben, son parte de las grandes multinacionales y del capital financiero   . Son las corporaciones multinacionales, las que controlaron el flujo de financiación que llevó a los nazis al poder. Siguen siendo en última instancia, las que controlan la política hoy en día y los medios de desinformación para que la gente lo siga ignorando.
Las multinacionales farmacéuticas (no solo las alemanas) en todo el mundo han seguido violando los principios  acordados en el juicio de Nuremberg y experimentando con seres humanos, especialmente en los no blancos e indefensos y, como los nazis, han escogido a  decenas de miles de presos como cobayas de sus experimentos.
Un excelente ejemplo de su espíritu industrial moderno es que incluso se han asegurado el monopolio de su explotación en ciertas prisiones manteniendo instalaciones de experimentación permanentes dentro de ellas como Parke Davis y Upjohn en Michigan[25].


Foto: Edificio central de la IGFarben


El ejemplo de IG Farben demuestra una vez más la estrecha relación entre el complejo industrial militar y médico ya que eran los mismos capitales y las mismas empresas quienes financiaban la producción de armamentos o medicinas. Demuestra que los criterios para producir medicamentos o gases de guerra son los mismos. Básicamente obtener el máximo beneficio y poder.
Pero no sólo los industriales alemanes, sino también las empresas estadounidenses y británicas y los financieros de Wall Street jugaron un papel importante en el ascenso del nazismo al poder.
Los magnates financieros norteamericanos y británicos consiguieron ser nombrados para ocupar puestos clave en la investigación post-guerra para desviar, frenar y amortiguar la investigación de los industriales nazis y así mantener oculta su propia participación en los orígenes financieros del nacionalsocialismo.
Al mismo tiempo protegieron las propiedades fundamentales de las empresas alemanes y continuaron con sus negocios que habían mantenido antes, durante, y después de la guerra.
Miles de nazis fueron reciclados para seguir cometiendo sus crímenes
El juicio de Nueremberg fue también una hipocresía por otros motivos.
Sólo 23 médicos relacionados con el régimen nazi fueron sentenciados y seis de ellos, entre los que se encontraba Karl Brandt, condenados a muerte y posteriormente ahorcados entre 1946 y 1947 [26].
Te preguntarás: ¿como es posible que solo una veintena de médicos se encargase de los programas de experimentación y de exterminio que afectaron a miles de personas?
¿Acaso no dormían?
Ni aún así. Es absolutamente imposible que solo hubiera 23 responsables de los crímenes médicos nazis.
La siguiente pregunta es evidentemente ¿donde está el resto?

Los Estados Unidos protegieron a miles de nazis incluso alguno condenado en el juicio de Nuremberg


El nazi Otto Ambros director de IGFarben

Por ejemplo protegieron y reciclaron a Otto Ambros director de la gran industria química IG Farben una de cuyas filiales durante la guerra fabricaba el Zyklon B para las cámaras de gas.  El gas era producido en el campo de exterminio de Auschwitz, elaborado con mano de obra esclava y probado allí mismo con prisioneros antes de extender su uso a los demás campos.
Con sólo un cuarto de litro se podía matar a dos mil personas y a un coste mínimo, ¡toda una ganga! Así que no te extrañes de que los industriales occidentales recuperaran a semejante joya del mundo de los negocios.
Declarado en Nuremberg culpable de esclavización y asesinatos en serie, no es por casualidad que se le otorgó la clemencia del tribunal y sólo fue condenado a ocho años de prisión que no llegó a cumplir. Desde su liberación anticipada gracias a Jornal Mezclo, alto comisionado de los Estados Unidos para Alemania, se convirtió en  «consejero» del US Army Chemical Corps y de las empresas norteamericanas de W.R. Grace Company de Dow Chemical [27].
Recuerda que esta última fue una de las responsables con Monsanto de la fabricación del agente naranja que aún sigue produciendo malformaciones en los niños vietnamitas[28].
Otto Ambros director de IGFarben fue solo uno de los que se benefició de la operación llamada “Interés nacional “ («National Interest») lanzada en el  verano de 1947, por la Joint Intelligence Objectives Agency (JIOA) [29].
Interés Nacional permitió reclutar a toda la gama de científicos nazis, incluso a los que habían sido condenados por crímenes de guerra. Los puso a trabajar para el ejército o para grandes empresas privadas, especialmente para Lockheed, W.R. Grace and Company, CBS Laboratories y Martin Marietta. [30]



Foto: Los “temporalmente”  condenados miembros de la IGFarben.

No fue solo Otto Ambros director de IGFarben el liberado. En el Tribunal Penal de Nuremberg fueron condenados 24 miembros de la junta IG Farben y ejecutivos de la empresa por asesinatos en masa,  esclavitud y otros crímenes contra la humanidad, pero la sentencia más dura fué ocho años de prisión. No es sorprendente que en 1951 todos hubieran sido ya liberados, volvieran a salas de juntas de BASF AG, Bayer AG y Hoechst AG y siguieran con su trabajo en las empresas alemanas.[31] Está disponible una lista de ellos con seguimiento hasta fechas recientes.[32]
¡Los negocios son los negocios! Y la única ética que existe es el crecimiento implacable del beneficio que se burla de las leyes internacionales.
Los científicos alemanes que habían trabajado para el IGFarben eran muy cotizados,  como Walter Reppe, su ex químico jefe, a quien los Estados Unidos trataron de captar en vano en 1948 porque los británicos se les habían adelantado y ya trabajaba para ellos.

Pero los empresarios alemanes no solo fueron protegidos por motivos de interés económico, también lo fueron porque podrían haber revelado una gran cantidad de hechos incómodos: Por ejemplo los papeles de American IG Farben, General Electric, la Standard Oil, Ford y otras empresas de EE.UU. en el ascenso y financiación del nazismo a través de Hjalmar Horace Greeley Schacht y el Banco de Pagos Internacionales[33].

No busques nada de esto en las nuevas revelaciones del New York Times[34] que no son ni revelaciones ni nuevas.
Incluso 4 años antes el New York Times había reconocido el uso de los nazis por la CIA después de la guerra cuando las evidencias de que la Agencia Central de Inteligencia no tomó ninguna medida después de conocer el seudónimo y el paradero del fugitivo jefe de la oficina de asuntos judíos de la Gestapo Adolf Eichmann en 1958.[35]

Numerosos artículos mucho mejor documentados habían expuesto el caso de la recuperación de científicos nazis por Estados unidos desde hace años[36] [37] [38] e incluso existen libros sobre esta operación, algunos publicados desde hace varias décadas.[39]
Por ejemplo Christopher Simpson, en su libro de 1988, "Blowback: Contratación de nazis por Estados Unidos y sus efectos sobre la Guerra Fría”, afirma que "las agencias de inteligencia de EE.UU. sabían que muchos agentes contratados durante la Guerra Fría habían cometido crímenes contra la humanidad en nombre de los nazis. La CIA, el Departamento de Estado, y el servicio de inteligencia del Ejército de EE.UU. tenían programas especiales creados con el propósito específico de llevar a ex nazis y sus colaboradores seleccionados a los Estados Unidos y otros para la protección a estas personas en el extranjero y su inclusión en las nóminas de EE.UU." [40].

En realidad lo que el New York Times ha publicado es un informe oficial del Departamento de Justicia estadounidense de la fiscal Judy Feigin[41] cuya versión desclasificada después de haber sido expurgada está fechada en 2006[42] .
El informe solo habla de varias decenas de casos, ampliamente conocidos ya, añadiendo algunos toques de morbo como la conservación de un fragmento del cuero cabelludo en el cajón de un funcionario del Departamento de Justicia del médico apodado justamente “el ángel de la muerte” Joseph Mengele.
Lo publicado por el New York Times en Internet, a pesar de su extensión de 600 páginas, es solo un informe oficial del Departamento de Justicia estadounidense, que además se mantuvo en secreto durante 4 años después de haber sido compilado inicialmente en 2006.
Pregúntate porqué.
En la primera investigación de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO Governmet accounting office) ya se acusó a la CIA de restringir el acceso a sus registros. Frank C. Carlucci, entonces subdirector de la CIA, protestó y mintió hipócritamente diciendo que "estamos dispuestos en todo momento para que los archivos completos (debidamente desinfectados para proteger las fuentes y métodos de inteligencia) estén disponibles para su examen por los investigadores" [43].
La situación ha cambiado poco desde entonces.
Cuando los documentos fueron solicitados por David Sobel, un abogado de Washington, al Archivo de Seguridad Nacional bajo el acta de libertad de información (Freedom of Information Act), solo se le proporcionó una copia parcial con más de 1.000 pasajes y referencias eliminados?[44].
De hecho, a pesar de la desclasificación del informe actual, gran parte de la información sobre esta operación sigue estando clasificada como secreto y además la operación “paper clip” no fue la única, por ejemplo existió la Operación Alsos centrada sobre secretos nucleares.[45]
Cuando el Congreso aprobó la Ley de Divulgación de Crímenes de Guerra Nazis en 1998 el Grupo de Trabajo Interinstitucional pidió al gobierno que desclasificase más de 8 millones de páginas de documentos y eso teniendo en cuenta solo los conocidos.
Todos las agencias y los medios de desinformación se apresuraron a mencionar la desclasificación del actual informe y al NYTimes presentándolo como si se tratara de unos pocos casos individuales cuando en realidad la recuperación de científicos nazis fue una política sistemática. Al Igual que los experimentos sobre la sífilis en Guatemala “revelados” el mes antes NO eran un hecho aislado.
“Debido a su carácter sistemático, la presencia de nazis en el dispositivo imperial de Estados Unidos se prolongó durante generaciones. George H. Bush (Bush padre) y Ronald Reagan se rodearon de consejeros políticos nazis convertidos en miembros del Republican Heritage Groups Council.
Más recientemente, las administraciones de Bill Clinton y de George W. Bush (el hijo) recurrieron a los hijos de aquellos consejeros para orientar a varios gobiernos de Europa central y oriental. Por ejemplo, el nazi ucraniano Lev Dobriansky fue consejero de Reagan y, posteriormente, embajador en Bahamas, mientras que su hija Paula Dobriansky –notoriamente vinculada a la CIA– se encargó, por orden del Departamento de Estado, de representar a la segunda generación de nazis en los gobiernos de la Europa Oriental post-soviética. Son estos individuos quienes instalaron las prisiones secretas de la CIA, cuya existencia ha revelado el Consejo Europeo, prisiones en las que se practica la tortura[46].
La CIA reconoce en uno de sus documentos disponible en su página web que “patrocinó el nuevo servicio de inteligencia de Alemania Occidental, una organización bajo el control de los oficiales del Estado Mayor alemán desaparecido”[47].
Del mismo modo la CIA también encubrió a otros nazis situados en puestos políticos europeos, por ejemplo el pasado nazi de Hans Globke, cuando era asesor de seguridad nacional clave para la canciller Konrad Adenauer, fue ocultado por la CIA que presionó a la revista Life, que había comprado las memorias de Eichmann a su familia, para eliminar la referencia a Globke antes de su publicación.[48]
Otros nazis fueron sacados de Alemania y acogidos secretamente en Estados Unidos desde 1945. Miles de criminales nazis fueron salvados y acogidos en EEUU. El Departamento de Estado, los servicios de inteligencia del Ejército, la CIA, y las organizaciones que la precedieron, como la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS, 1942-45), la Unidad de Servicios Estratégicos (SSU, 1945-1946), y la Central Intelligence Group (CIG, 1946-47), se encargaron de que fueran reciclados discretamente. Las cifras exactas son desconocidas pero se habla de 4.000 nazis y de 1 500 científicos nazis. Christopher Simpson, va mas lejos afirmando en su libro que entre 1948 y 1952 se hizo entrar en Estados Unidos a unos 10,000 criminales de guerra nazis[49].

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Referencias:


[1] Boletín 86 Lo que no te cuentan sobre el mediatizado cobayismo humano en Guatemala. Estos experimentos NO son un hecho aislado (1ª parte). Alfredo Embid . http://www.amcmh.org/PagAMC/downloads/ads86.htm

[2] Eric Lichtblau Nazis Were Given ‘Safe Haven’ in U.S., Report Says. 13 de noviembre 2010 http://www.nytimes.com/2010/11/14/us/14nazis.html?_r=1&hpw

[3] Dr. Mazouki. “L´arrache corps, L´experimentation sur l´homme/ l´autre face de la medecine.” 1979. Alternative paralelles.

[4] Dr. Mazouki. La experimentación en el hombre, la otra cara de la medicina. Traducción de Alfredo Embid. Ediciones Júcar Madrid. 1981.

[5] Goldberg citado en M.H. Pappwoth “Human guinea pigs” Routledge and Keegan Paul, Londres 1967.

[6] La guerra biológica. Rense 25/03/2003. http://www.rense.com/general36/history

[7] Andreu Martí. Como los nazis, el gobierno de los EEUU lleva 80 años experimentando con su propia población. Rebelión. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=77061

[8] La guerra biológica. Rense 25/03/2003. http://www.rense.com/general36/history

[9] Rev. Life 4 junio 1945.

[10] Dr. Mazouki. La experimentación en el hombre, la otra cara de la medicina. Traducción de Alfredo Embid. Ediciones Júcar Madrid. 1981. pgs. 69, 110.

[11] Dr. Mazouki. La experimentación en el hombre, la otra cara de la medicina. Traducción de Alfredo Embid. Ediciones Júcar Madrid. 1979. pgna. 71.

[12] François Bayle. “Croix gamee et caducée” Neustadt. 1950.

[13] La oscura historia de la experimentación médica, desde los nazis hasta Tuskegee pasando por Puerto Rico. 5 de Octubre de 2010.
http://www.democracynow.org/es/destacados/la_oscura_historia_de_la_experimentacin_

[14] Boletín 91 Introducción al Dossier Drogadicción. Revista Medicina Holística (INDICE). http://www.amcmh.org/PagAMC/downloads/ads91.htm

[16] Se puede leer el libro on line en http://www.whale.to/b/borkin_b.html

[17] Medical Experiments in Auschwitz Conducted by I.G. Farben del libro "I.G. Farben - from Anilin to forced labor" escrito por Jörg Hunger y Paul Sander

18[] Experimentos médicos nazis. Referencia del autor: Enciclopedia del Holocausto. http://es.wikipedia.org/wiki/Experimentos_m%C3%A9dicos_nazis

[19] Campaign NEVER AGAIN!. 50 Years after the War Crimes Trials against IG FARBEN:
Dissolve this "Murderous Organization" - Compensate their Former Slave Labourers!http://www.cbgnetwork.org/481.html

[20] Contacto: Vera Hassner Sharav 212-595-8974.

[21] Coalición contra los peligros de BAYER (Alemania)
www.CBGnetwork.org www.CBGnetwork.org
Fax: (+49) 211-333 940 Fax: (+49) 211-333 940
Tel: (+49) 211-333 911 Tel: (+49) 211-333 911

[22] Diarmuid Jeffreys "Hell's Cartel'' is from Bloomsbury in the U.K. and from Metropolitan in the U.S. (406 pages, 20 pounds, $32).

[25] Dr. Mazouki. La experimentación en el hombre, la otra cara de la medicina. Traducción de Alfredo Embid. Ediciones Júcar Madrid. 1979. pgna 113.

[26] http://www.prensalibre.com/noticias/EE-UUenjuicio-experimentos-practicaba-Guatemala_0_347365472.html

[27] "I.G. Farben - from Anilin to forced labor" escrito por Jörg Hunger y Paul Sander. http://www4.dr-rath-foundation.org/PHARMACEUTICAL_BUSINESS/history_of_the_pharmaceutical_industry.htm

[28] Ver numeroso artículos al respecto en la revista y en nuestros boletines. El último es: Boletin 318. Vietnam: El agente naranja sigue matando. Entrevista con André Bouny. Silvia Cattori. 2 Septiembre 2010 http://www.ciaramc.org/ciar/boletines/cr_bol318.htm

[29] La Joint Intelligence Objectives Agency fue creada en 1945, auspiciada por el Joint Intelligence Commitee (JIC), el servicio de inteligencia del estado mayor intejércitos USA. El JIC estaba compuesto por el director de los servicios de inteligencia del ejército, por su homólogo del Navy, por el vicedirector del Air Staff-2 y por un representante del Departamento de Estado. «Records of the Office of the Secretary of Defense» (Record Group 330), sitio del Interagency Working Group.

[30] L’alliance du Pentagone avec les nazis. « Operation Paperclip » : des V2 à la Lune
Red Voltaire. 24 août 2004. http://www.voltairenet.org/article14657.html
versión en español en: http://www.voltairenet.org/article123315.html

[31] James Pressley. Hitler's Chemists Chased Auschwitz Profits, Financed Mengele
http://www.bloomberg.com/apps/news?pid=20601088&sid=a931TWBEmRns&refer=muse

[33] Antony C. Sutton. WALL STREET AND THE RISE OF HITLER.
http://www.reformed-theology.org/html/books/wall_street/index.html

[35] SCOTT SHANE Documents Shed Light on C.I.A.'s Use of Ex-Nazis. Published: June 6, 2006
http://www.nytimes.com/2006/06/06/washington/06cnd-nazi.html

[36] Webster G. Tarpley*, Anton Chatkin Cómo miles de criminales de guerra nazis trabajaron para el gobierno de los Estados Unidos. La familia Bush y la Alemania nazi. Red Voltaire 1ro de noviembre de 2002. http://www.voltairenet.org/article120080.html

37[] Michel Collon. La CIA a commencé par accueillir 4.000 nazis…. Le chef des services secrets d’Hitler dans l’avion personnel du général Smith. michelcollon.info - 2001-09-01.

[38] L’alliance du Pentagone avec les nazis. « Operation Paperclip » : des V2 à la Lune 24 août 2004. http://www.voltairenet.org/article14657.html
versión española en : http://www.voltairenet.org/article123315.html

[39] Howard Blum, Wanted!: The Search for Nazis in America (New York: Quadrangle/The New York Times Book Company, 1977);
John Loftus, The Belarus Secret, ed. Nathan Miller (New York: Paragon House, 1989, rev. ed. 1982);
Allan A. Ryan, Jr., Quiet Neighbors: Prosecuting Nazi War Criminals in America (San Diego: Harcourt Brace Jovanovich, 1984);
Christopher Simpson, Blowback: America's Recruitment of Nazis and Its Effects on the Cold War (New York: Weidenfeld and Nicholson, 1988).
Charles Ashman and Robert J. Wagman, Nazi Hunters: The Shocking True Story of the Continuing Search for Nazi War Criminals (New York: Pharos Books, 1988);
Mark Aarons and John Loftus, Unholy Trinity: How the Vatican's Nazi Networks Betrayed Western Intelligence to the Soviets (New York: St. Martin's Press, 1991);
Linda Hunt. Secret Agenda: The United States Government, Nazi Scientists, and Project Paperclip, 1945 to 1990, (St Martin Press, 1991). Versión francesa como L’Affaire Paperclip - La récupération des scientifiques nazis par les Américains 1945-1990, de Linda Hunt (Stock, 1995).

[40] Christopher Simpson, Blowback: America's Recruitment of Nazis and Its Effects on the Cold War (New York: Weidenfeld and Nicholson, 1988), p. xiv.

[41] Documento íntegro Striving for Accountability in the Aftermath of the Holocaust disponible en el sitio web del New York Times. http://documents.nytimes.com/confidential-report-provides-new-evidence-of-notorious-nazi-cases?ref=us#p=1

[42] Versión desclasificada después de haber sido expurgada, entregada al Institut National Security Archives (Universidad de Georgetown)http://www.gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB331/index.htm

[43] Frank C. Carlucci to J. K. Fasick, International Division, GAO, 18 May 1978.

[44] Boris Volkhonsky. The USA – a “safe haven” for Nazi.Global Research, November 16, 2010. Voice of Russia
www.globalresearch.ca/PrintArticle.php?articleId=21953

[45] Operation Paperclip: US Harbored Nazi War Criminals after World War II. Global Research, November 14, 2010. Radio Netherlands. www.globalresearch.ca/PrintArticle.php?articleId=21913

[46] Seudo revelaciones del New York Times: nazis refugiados en Estados Unidos.
http://www.voltairenet.org/article167528.html

[47] Kevin C. Ruffner . CIA's Support to the Nazi War Criminal Investigations. A Persistent Emotional Issue.
https://www.cia.gov/library/center-for-the-study-of-intelligence/csi-publications/csi-studies/studies/97unclass/naziwar.html

[48] SCOTT SHANE Documents Shed Light on C.I.A.'s Use of Ex-Nazis . June 6, 2006
http://www.nytimes.com/2006/06/06/washington/06cnd-nazi.html

[49] Christopher Simpson, Blowback: America’s recruitment of nazis and its effects on the Cold War. Collier Books, 1989, pp. 201-202, 215-216

 


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