El laboratorio de la CRIIRAD ha realizado una misión en Japón del 24 de mayo al 3 de junio de 2011 . El presente documento muestra las constataciones a partir de los primeros resultados del análisis. Los depósitos de cesio radiactivo en el suelo han sido muy importantes. Generan, y van a generar durante mucho tiempo, un flujo de radiaciones gamma responsable de la radiación de la población sobre áreas muy extensas. Debido a la ausencia de medidas de protección, varios millones de personas recibirán como resultado de esta exposición externa, dosis de radiación muy por encima del límite de 1 mSv / año. A esto hay que añadir la exposición interna (principalmente debido a la ingestión de alimentos contaminados) y, sobre todo, todas las dosis recibidas desde el 12 de marzo último, dosis que han sido o han podido ser extremadamente elevadas en el transcurso de la primera semana debido a la ausencia casi total de medidas de protección.
1 / La importancia de la contaminación a más de 60 Km.: el ejemplo de la ciudad de Fukushima.
La radiación externa conduce a un nivel de riesgo inaceptable
Las mediciones del terreno y el análisis del suelo efectuados por el laboratorio de la CRIIRAD en la ciudad de Fukushima, situada a 60-65 Km. de la central nuclear de Fukushima Daiichi, indican que las recaídas de cesio radiactivo 134 y 137 son de cientos de miles de Bq/m2: 490 000 Bq/m2 en el césped de la escuela primaria Moriai; más de 700.000 Bq/m2 en el barrio de Watari.
Al desintegrarse, los átomos de cesio emiten radiaciones gamma muy penetrantes. Dichas radiaciones pueden recorrer en el aire más de 60 metros, lo que permitió a los norteamericanos establecer un mapa de recaídas por medio de sondas heliportadas. Estas radiaciones atraviesan también los muros y las ventanas de las casas e irradian a la gente en sus hogares.
A finales de mayo de 2011, las dosis registradas por CRIIRAD en la ciudad de Fukushima, a un metro por encima del suelo, en el exterior, eran por lo general más de 10 veces o más de 20 veces superiores a la normal (superiores a 1 y 2 Sv / h). La radiación es todavía medible en los pisos de los edificios. Medidas efectuadas en el 4º piso de un edificio mostraron un exceso de radiación que se incrementaba cuando uno se acercaba a las ventanas (incluso cerradas). Dentro de una casa en el barrio de Watari, la CRIIRAD ha medido una dosis más de 3 veces superior a la normal en contacto con el tatami en el dormitorio de los niños (0,38 Sv / h) y 6 veces superior en el salón a 1 metro del suelo (0,6 Sv / h). Frente a la casa se mide 2,2 Sv / h en el jardín y 2,9 mSv / h en el césped de una escuela cercana (medidas a 1 metro del suelo).
Esta radiación disminuirá muy lentamente. Esto se debe principalmente al cesio 137 y al cesio 134, en los que los períodos físicos son largos (30 años y 2 años respectivamente). Esto significa que la radiactividad de cesio 137 se divide por dos en 30 años. Se estima que en los próximos doce meses, la radiactividad de cesio 134 se reducirá un 30% y la de cesio 137 un 3%. La radiación ambiente se reducirá unas pocas decenas de %.
Si no se hace nada, los habitantes de la ciudad de Fukushima podrían sufrir en los próximos doce meses una radiación externa de varios miliSieverts, cuando la dosis a partir de la cual el riesgo de cáncer mortal es considerado inaceptable por la CIPR (Comisión Internacional para la Protección Radiológica) es de 1 mSv por año, lo que corresponde a 5 muertes por cada 100 000 personas expuestas.
Sin embargo, las autoridades japonesas han establecido un límite de dosis de 20 mSv como criterio para decidir evacuar o no definitivamente a las personas. Esto corresponde a un riesgo de cáncer mortal unas 20 veces superior al riesgo aceptable. Esto es incluso peor para los habitantes de Fukushima que han sido ya gravemente expuestos. Igualmente, hay que tener en cuenta las dosis ligadas a la contaminación interna que estas personas siguen sufriendo por la ingestión de productos alimenticios contaminados y los riesgos relacionados con la inhalación de polvo a partir del suelo contaminado.
En la ciudad de Fukushima, la CRIIRAD ha medido por ejemplo en la tierra extraída de debajo de los columpios de la escuela primaria Moriai, una contaminación de cesio 137 + 134 de 370 000 Bq / kg. Este suelo se ha convertido en un desecho radiactivo que debería almacenarse lo más pronto posible en un sitio apropiado.
Una población ya muy expuesta a la radiación
La persistencia de la contaminación en yodo 131 recogido por la CRIIRAD a finales de mayo de 2011 en la ciudad de Fukushima permite evaluar las recaídas iniciales de yodo 131 a millones de Bq/m2.
El yodo 131 tiene una vida media de 8 días, su radiactividad fue por lo tanto más de 600 veces superior durante las recaídas. Esto refleja la gran contaminación del aire con la llegada del penacho especialmente contaminado en particular el 15 de marzo de 2011.
También hubo otras sustancias radiactivas que se han desintegrado en gran medida desde entonces como el cesio 136, el telurio 129, el telurio 132, el yodo 132, el yodo 133, etc .. y gases radiactivos como el xenón 133 y el criptón 85 que no se han acumulado en el suelo.
Los habitantes de esta ciudad han sido objeto por lo tanto de una contaminación interna muy importante, en primer lugar, por la inhalación de aire contaminado y, sobre todo por la ingestión de alimentos contaminados por depósitos de sustancias radiactivas. Las autoridades japonesas han aprobado, de hecho, las restricciones del consumo en la prefectura de Fukushima sólo a partir del 21 y 23 de marzo (dependiendo del tipo de alimentos). Por lo tanto la gente ha consumido durante más de una semana alimentos muy contaminados, sin ningún tipo de restricción, ni de información. Han podido recibir dosis efectivas de decenas de miles de miliSievert y dosis en la tiroides que superan el sievert.
Hay que recordar que la contaminación inicial de espinacas por yodo 131, a 100 kilómetros al sur de la central, era tal que comiendo 200 gramos un niño pequeño podía superar la dosis máxima anual admisible de 1 miliSievert; a 40 kilómetros al noroeste, los vegetales estaban tan contaminados que el límite anual se podría lograr con el consumo de 5 gramos de dichos vegetales.
Es indispensable que las poblaciones afectadas reciban una evaluación fiable de las dosis ya recibidas, y es imprescindible hacer todo lo posible para limitar su exposición en el futuro.
2 / Amplitud de la zona afectada por las recaídas
Las recaídas cubren un área muy extensa, mucho más allá de la zona prohibida de 20 km, y mucho más allá de la prefectura de Fukushima. En función de las condiciones meteorológicas, las masas de aire contaminado se han desplazado cientos de kilómetros y las precipitaciones (lluvia y nieve) han arrastrado al suelo partículas radiactivas. Los depósitos de cesio 134 y 137 comportan una contaminación duradera.
Esto está confirmado por las muestras de suelo y mediciones de tasa de dosis realizadas por la CRIIRAD (a 1 metro por encima del suelo), desde el 24 de mayo al 3 de junio de 2011. Se mide en efecto:
· 0,47 Sv / h en Marumori (prefectura de Miyagi), a unos 60 km al norte de la central. El nivel natural calculado es de 0,1 mSv / h y las recaídas de cesio 137 y 134 más de 95 000 Bq/m2.
0,33 mSv / h cerca de Hitachi (prefectura de Ibaraki), a unos 88 kilómetros al sur de la central. El nivel natural calculado es de 0,07 mSv / h, y las recaídas de cesio de más de 50.000 Bq/m2.
El 131 sigue apareciendo en la muestra del 25 de mayo.
0,28 mSv / h en Ishioka (prefectura de Ibaraki), a unos 160 kilómetros al sur-suroeste de la central. El nivel natural calculado es de 0,06 mSv / h, y las recaídas de cesio de más de 48.000 Bq/m2.
Existe, pues, tanto en las prefecturas de Ibaraki de Miyagi, sectores en los que la tasa de radiación artificial es más de 4 veces superior al nivel natural. Esto representa por lo tanto, que para una persona que pasa el 50% de su tiempo al aire libre, una dosis adicional en los próximos doce meses tiene probabilidades de superar el máximo anual admisible de 1 miliSievert al año, sin tener en cuenta ni la radiación externa inducida al interior de los edificios, ni la contaminación interna por la ingestión de alimentos contaminados o por la inhalación de partículas radiactivas en suspensión.
Estos resultados contradicen la información transmitida por la Autoridad de Seguridad Nuclear francesa, que escribió en un comunicado del 28 de junio de 2011: "En el exterior, la disminución de las tasas de dosis medida en el medio ambiente continúa. En Fukushima, el 7 de junio, la tasa de dosis era de 1,6 mSv
(microsievert) / h. Las otras 45 prefecturas presentan tasas de dosis inferiores a 0,1 mSv / h".
• En la ciudad de Tokio, la exposición residual por radiación externa es susceptible de conducir a una exposición significativa. La CRIIRAD ha medido por ejemplo, 0,14 mSv / h principios de junio en el parque Wadabori-Koen, Tokio (a unos 235 km de la central). En este parque, el nivel natural calculado es de 0,06 mSv / h, y las recaídas de cesio 134 y 137 de más de 14 000 Bq/m2. Habría que disponer de datos para toda la ciudad.
Es por esto por lo que la CRIIRAD pide a los ciudadanos japoneses que exijan la publicación de mapas detallados de las recaídas y de la contaminación residual, a escala de todo el país, y con una precisión suficiente, es decir correspondiente a las recaídas en cesio a partir de 1000 Bq/m2 y no de 300.000 Bq/ m2 como en los mapas publicadas el 6 de mayo de 2011.
Referencias |
Un primer balance de las investigaciones ha sido presentado en las conferencias de prensa en Fukushima (30 de mayo) y Tokyo (31 de mayo y 1 de junio de 2011) y son expuestas en en la web de la CRIIRAD (en inglés):
http://www.criirad.org/actualites/dossier2011/japon_bis/en_anglais/criirad11-47ejapan.pdf Medidas realizadas por Christian Courbon, Bruno Chareyron (laboratorio CRIIRAD) y Wataru Iwata (ONG japonesa Project 47) por medio de un contador proporcional compensado en energía, modelo LB123 de la marca Berthold La contaminación es detectable por todos los lados, incluso en Tokio, es difícil de determinar la tasa de radiación natural en ausencia de contaminación. A partir de análisis del suelo que han permitido medir la actividad de los radionucleidos naturales emisores gamma, el laboratorio de la CRIIRAD ha recalculado la tasa de dosis natural teórica (componente telúrico y los rayos cósmicos). Se trata de recaídas estimadas a partir de concentraciones de cesio 137 y cesio 134 medidas sobre el estrato 0-5 cm de una muestra de zanahoria situada sobre un terreno plano, no removido y por lo tanto susceptible de tener correctamente conservado el depósito intervenido en marzo de 2011. La actividad de la superficie dada es una estimación preliminar por defecto pues se busca el análisis de los estratos a 5-10 cm y de las fracciones >2 mm. Redacción: Bruno Chareyron, ingeniero en física nuclear, responsable del laboratorio de la CRIIRAD. Contacto telefónico: 0627275037. Traducción: Angela Pérez Fuente: Consecuencias del accidente en Japón Fukushima Daiichi:
Contacto: CRIIRAD – 471, Av. Victor Hugo, 26000 Valence, Francia |
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Una contaminación duradera y muy extendidaCRIIRAD
Comisión de Investigación Independiente sobre la Radiactividad
Comunicado del 7 de julio de 2011